Por Emerson Grajales Usma*
Por estos días, el país ha
sido impactado por los desmanes violentos de las agrupaciones criminales,
registrados a través de secuestros, paros armados, la desbordada “cosecha” de
plantaciones de coca y amapola; y las exportaciones de su pasta. Etc, etc.
Todo esto está sucediendo en
medio de confusos y cuestionados hechos de secuestros a personas extranjeras,
como el caso de los tres reporteros del diario El Comercio, de Ecuador, que
fueron asesinados posteriormente a sangre fría y los dos últimos de ese mismo
vecino país en frontera común, también a manos de alias “Guacho” jefe del grupo
disidente de las Farc, según los informes de inteligencia bilateral.
Pero para entender estos
episodios que considerábamos, casos del pasado, es necesario hacer un análisis
sobre lo que ha sucedido en los últimos 16 años. El recordado gobierno del hoy ex
presidente Álvaro Uribe Vélez, inicio su
primer periodo (2002-2006) con una cuota inicial; la recuperación en su
totalidad, del tristemente recordado Caguan, (42.000 kilómetros cuadrados) donde
su antecesor buscó infructuosamente, adelantar unos diálogos con el grupo
terrorista de las Farc, despejando la mencionada área mediante Resolución 85 de
14 de octubre de 1998.
Pero, con su promesa de
seguridad democrática, que le valió el contundente triunfo al ex gobernador de
Antioquia Uribe Vélez, y rodeado de un equipo humano profesional y decidido,
desplegó toda la fuerza pública a zonas donde los grupos criminales tenían amplia
influencia. Toda esa tarea, estaba de la mano de una muy destacada inversión
social. Fueron ocho años, dentro de los cuales los colombianos fuimos
asimilando de manera paulatina, la tranquilidad que invitaba a recorrer las
vías a lo largo y ancho del país ante la desaparición, necesaria por demás, de
las indeseables pescas milagrosas.
La infraestructura, fue una
de las prioridades del gobierno del doctor Álvaro Uribe Vélez, muchas de ellas están
siendo culminadas en la actual administración de Juan Manuel Santos.
También es necesario que
conozcamos a que nivel, el Presidente Uribe, entregó el país en materia de
cultivos ilícitos. A diferencia de su antecesor, Andrés Pastrana, cuyo
monitoreo de la ONU, detectó 162 mil hectáreas sembradas en coca; Uribe las
redujo a 45 mil hectáreas al finalizar su mandato.
En este gobierno de Santos, el Departamento de Estado
de Estados Unidos, específicamente la CIA,
anunció una cifra que supera las 180.000 hectáreas. Desde 2013 se ha duplicado
el área cultivada. En el año 2012, esta misma entidad había situado los
cultivos en 159.000 hectáreas. Un crecimiento del 39 por ciento respecto a
2014. La tendencia que muestra la CIA es
consistente en porcentaje con la que presenta el Sistema Integrado de Monitoreo
de Cultivos Ilícitos (Simci) de Naciones Unidas, cuya última medición para 2015
ubicaba los cultivos en 106.000 hectáreas. La diferencia entre ambas mediciones
se debe a que usan distinta tecnología, pero sus tendencias en los últimos 8
años han sido consistentes. Lo que también conoce el gobierno de los Estados
Unidos, es que este alarmante aumento, se debió gracias a los diálogos de paz
entre el grupo terrorista de las Farc y el gobierno de don Juan Manuel Santos.
La criminal agrupación,
logró “despistar” la atención tanto dentro como fuera del país, y se dedicaron
al cultivo de coca en áreas vulnerables donde ellos volvieron a tener
influencia desde el 2010.
Muy a pesar de sus
cacareadas posiciones y con el beneplácito de Santos, las Farc, sistemáticamente
timaban a la opinión pública manifestando que no eran narcotraficantes. Solo
basta con mirar, que uno de sus más prepotentes asesinos, y mostrándose como
invidente (tengo mis reservas sobre su aparente ceguera) Jesús Santrich,
resultó ser la punta de lanza de las actividades que hoy sus compinches patibularios
quieren tapar posando de “dirigentes políticos” gracias a las indulgencias de
Juan Manuel Santos.
Y lo peor, que a esto le apuestan
los “clandestinos” candidatos del gobierno Santos, a seguir sosteniendo la
farsa, hasta llevar el país al despeñadero, a otra Venezuela.
Mientras tanto, Santos,
sigue viendo pasar por sus narices en fletados aviones a Europa y a Estados
Unidos vía Venezuela, las toneladas de coca Made in Colombia, “agenciadas” por
las Farc.
*Asesor
y consultor
@Grajalesluise