#TodosSomosResponsablesDeTodos

martes, 31 de diciembre de 2019

"Desde hoy, las esperanzas son más evidentes para Risaralda y por fortuna, Sigifredo Salazar, ya atravesó el umbral del olvido"


En Risaralda, ¡cesó la horrible noche!

Por Emerson Grajales Usma*

Uno de los departamentos modelos del país por su gente trabajadora, por sus paradisiacas tierras y por su exclusivo aroma a café, es Risaralda.

Pero paradójicamente, es una región que ha sufrido en los últimos años el saqueo de las arcas del departamento en forma cínica y abierta de los politiqueros de turno, partiendo desde el clan Merheg conjuntamente con su cuadrilla de escuderos y citando además al propio Sigifredo Salazar Osorio, por fortuna hoy exgobernador.

No podemos olvidar la extraña y forzada designación que hizo el mandatario seccional en el año 2018, de un delegado indígena que estaba impedido para participar como tal en la junta de la codiciada Corporación Autónoma Regional de Risaralda-CARDER; también convertida en caja menor de la mayoría de los dirigentes de esta región.

Menos hemos podido conocer a fondo los resultados de una oscura investigación que está en manos de la Procuraduría pero que, ya claudicada la era Salazar Osorio, el ente de control no logró identificar las anomalías y menos, hacer efectivas las sanciones a que hubiesen lugar. Me refiero al Programa de Alimentación Escolar-PAES, el mismo que el hoy exmandatario seccional convirtió en fuente económica para repartir entre quienes le brindaran apoyo a su frustrado candidato de turno, el excongresista Diego Alberto Naranjo.

Son muchos los fuertes tufillos que se desprenden del Palacio Gris, hoy abandonado, gracias a que cumplió su infausto periodo, uno de los seres más alejado de escrúpulo alguno, por Salazar Osorio.

Por fortuna, la pesadilla terminó.

El departamento de Risaralda, inicia hoy con un gobernante que ya conoce su gente, y que el constituyente primario, ya ha vivido al dedillo su gestión en pro del tejido social con desbordada entrega. Ese es Víctor Manuel Tamayo, el dueño absoluto del sentimiento de todos los risaraldenses.

Hoy, Víctor Manuel, llega con un equipo humano de aquilatadas capacidades, sano y con una solvencia intelectual en cada uno; difícil de igualar. Ese será su fuerte para que Tamayo le devuelva a Risaralda y a sus habitantes, las esperanzas y de paso, alejará cualquier asomo de “dirigentes” que hoy quieren hacer Ostias y recolectar frutos arrimados a un buen árbol que en su momento miraron con desprecio cuando vieron alucinados otros intereses particulares en terrenos infecundos.

Para Risaralda, los aciagos tiempos ya pasaron y quienes lo retrocedieron en calendas de desarrollo, se montaron en un tren cuya maquina está escasa de aceite y hoy difícilmente podrán continuar su marcha para seguir debilitando nuestra región porque el riel oportunamente y con el apoyo de la gente, cambio su rumbo.

Desde hoy, las esperanzas son más evidentes y por fortuna, Sigifredo Salazar, ya atravesó el umbral del olvido. Hoy, todos al unísono, podremos decirlo a gritos: 

“En Risaralda, cesó la horrible noche”.

*Asesor y consultor

Twitter: @Grajalesluise

sábado, 16 de noviembre de 2019

"Por el bien de Colombia, todos debemos desearle al nuevo Jefe de la Cartera de Defensa, que le vaya bien porque en esa medida le irá bien al país"


Carlos Holmes, en Defensa del país

Por Emerson Grajales Usma*


Solo a una persona con las calidades humanas y profesionales del excanciller Carlos Holmes Trujillo, se puede ubicar y reubicar en cualquiera de los ministerios del gobierno de Colombia. Pues es evidente que al nuevo timonel de la Defensa, le cabe el país en la cabeza.

Aunque lo distingo desde que yo ejercía el periodismo en el Eje Cafetero, (comienzos de la década del 90); sólo desde hace 8 años, he tenido la oportunidad de vivir a su lado paso a paso, su accionar en lo político y su actividad en lo público. Su actuar es medido de forma milimétrica. No da un paso hasta no estar seguro.

La designación que le hizo el entonces candidato Oscar Iván Zuluaga, para que fuera su fórmula presidencial, no fue en vano. Zuluaga, que lo distingue a la perfección, sabe de las eficacias que cobijan a Carlos Holmes.

Trujillo García, es un ducho tanto en la actividad proselitista como en la forma de gobernar. Es un hombre con un bagaje diplomático. Cuando fue nombrado Canciller, su designación estuvo plagada de aplausos.

De ahí, que hoy el Presidente Iván Duque, lo haya llevado a desempeñarse como Ministro de Defensa. Un cargo que requiere de una persona que convine a la perfección su posición conciliadora, con su capacidad de desafiar a los grupos armados al margen de la ley, basado en su fuerte carácter que hoy le sirve para enfrentar el crimen organizado.

El nuevo Ministro de Defensa, posee una solvencia de conocimientos que hoy se requiere para enfrentar el crimen. Podría decir, sin lugar a equivocarme; que el cacareado paro del 21 de noviembre, será la prueba de fuego que asumirá el Ministro Trujillo García con sobrado intelecto. No obstante, saldrá bien librado y de paso nos enviará a los colombianos un mensaje de tranquilidad de lo que será su aquilatada gestión en adelante.

Sabemos que por las actuales calendas el nuestro, es un país polarizado desde todos los escenarios. Que la izquierda radical está haciendo hasta lo imposible por atizar manifestaciones en contra del gobierno y que los grupos narcotraficantes, están en una lucha con las disidencias de las Farc, por apoderarse de los cultivos ilícitos y por ende de su tráfico de estupefacientes, con especial énfasis en departamentos como el Cauca, Nariño y Chocó. Esa es una de los grandes retos que desde hoy asume Carlos Holmes Trujillo.

Por el bien de Colombia, todos en coro, debemos desearle al nuevo Jefe de la Cartera de Defensa, que le vaya bien porque en esa medida le irá bien al país, a su desarrollo y a la inversión extranjera.

*Asesor y Consultor

@Grajalesluise

martes, 12 de noviembre de 2019

"Las que acaban de pasar fueron las elecciones locales más curiosas. Los llamados varones electorales, pasaron a un segundo plano"


El regreso de Santos a la política

Por Emerson Grajales Usma*

Cuando los colombianos le apostábamos a que no volveríamos a tener noticias del nefasto Juan Manuel Santos, después del irreparable daño que le hizo a nuestro país, al indultar a los peores criminales y narcotraficantes que se conozcan, y de llevarlos al altar de la impunidad premiándolos adicionalmente con curules en el Congreso de la República, nos equivocamos.

Las que acaban de pasar fueron las elecciones locales más curiosas. Los llamados varones electorales, pasaron a un segundo plano, mientras que quienes han perjudicado al país, lograron obtener destacados cargos a nivel regional y también local. Santos, por su parte, resultó reencauchado. 

Miremos el mapa electoral que terminó   favoreciéndolo y que lógicamente lo ubica como una opción para uno de sus alfiles en las del 2022.

En Medellín, otrora fortín electoral del expresidente Álvaro Uribe, ganó la Alcaldía Daniel Quintero, exviceministro de MinTic del gobierno de Juan Manuel Santos y expresidente de INNpulsa.

En Barranquilla, el panorama no es más alentador. Jaime Pumarejo, se llevó la Alcaldía luego de haber sido Ministro de Vivienda del anterior gobierno.
Juan Carlos López, expresidente de Colombia Mayor, logró el favoritismo de los payaneses a través de las urnas y se convirtió en su Alcalde.

En Sucre, a los santistas les fue mejor. Lograron llegar a la gobernación con Héctor Olimpo Espinosa, exviceministro del Interior.

Juan Guillermo Zuluaga, exministro de Agricultura, se convirtió en el gobernador del Meta. Otra más que se llevan los amigos de Santos.

Elsa Noguera, exministra de vivienda, logró la mayoría de votos y se convierte en la próxima gobernadora del Atlántico.

En el Valle, las cosas no fueron muy difíciles para el santismo. La exdirectora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, se convirtió en la gobernadora de ese departamento.

Nemesio Roys, exdirector del DPS, se alzó con el respaldo de los guajiros y llega a ese despacho seccional.

El exgerente del Banco Agrario, Luis Enrique Dussan, llega a la gobernación del Huila.

Y llega como gobernador de Caldas, el exasesor del Ministerio del Medio Ambiente Luis Carlos Velásquez.

Todos estos cargos, los logró cautivar quienes fueron los escuderos de Juan Manuel Santos, a lo largo de sus dos periodos.

Para nadie es un secreto, que esto se puede ver como la “cuota inicial” de una eventual campaña presidencial para uno de sus alfiles más cercanos.

Este panorama, muy halagador para Santos, podríamos entenderlo como un reencauche o como la plataforma para el regreso del exmandatario a la política.

*Asesor y consultor

@Grajalesluise

sábado, 2 de noviembre de 2019

"Nos impusieron a un antiuribista pura sangre. A Eduardo Cardona"


La fecha que nos marcó

Por Emerson Grajales Usma*


Las elecciones del pasado 27 de octubre, nos dejaron muchos éxitos a unos y reveses políticos a otros. Fue una jornada colmada de sorpresas inesperadas.

En nuestro Partido Centro Democrático, muy a pesar de haber aumentado el número de gobernadores, alcaldes, Concejales y Diputados comparativamente con las anteriores elecciones a cuerpos colegiados; podríamos decir que ahí fuimos exitosos, con excepciones muy notorias; pero las derrotas sufridas en regiones que en otrora eran muy demarcadas como uribistas, quedamos muy mal parados. Y así lo reconoció el propio expresidente Álvaro Uribe Vélez, al anunciar a través de su cuenta en twitter; que fue derrotado.

Y en otros partidos políticos no menos importantes, también llegaron los sinsabores inesperados. Por otro lado, las mieles del éxito tocaron las puertas de candidatos que se desligaron del andamiaje “politiquero” como fue el caso del propio Antioquia, que, hasta el 27 de octubre, fue el “Vaticano” del uribismo. Otra zona del país considerada como la “meca” del Senador Álvaro Uribe, fue el Eje Cafetero. La debacle política hizo su asomo en Caldas, donde casi que se tenía segura la gobernación de ese Departamento pero, paradójicamente, los resultados fueron catastróficos para el candidato uribista (Camilo Gaviria G).

En el Quindío, la votación del contendor dobló a nuestro candidato y nos sacó de plano como el departamento modelo en el antiguo Caldas, con amplia tendencia al Centro Democrático, muy a pesar de haber sido un candidato de consenso.

En Risaralda, el panorama no es menos encomiástico. Allí, los congresistas “uribistas”, primíparos los dos, optaron por darle la estocada final a nuestro movimiento; (Corrales y Vallejo). Pese a que se presentaron varios aspirantes a la gobernación en busca del aval del partido, los parlamentarios acudieron a la indeseable práctica de escoger a dedo cual sería el aspirante “oficial”. Y vaya sorpresa.

Nos impusieron a un antiuribista pura sangre. A Eduardo Cardona. Un reconocido columnista tanto en medios regionales como nacionales, que se había dedicado en los últimos seis años del gobiernos Uribe, a despotricar de su gestión y de paso a catalogarlo en varios de sus escritos como el “hombre que le ha hecho daño al país” o cuando lo describió como “paraco”. A ese personajillo, le apuntaron el Senador Alejandro Corrales y el Representante Gabriel Vallejo, sin importar las columnas que habían sido evidenciadas con anterioridad a sus posturas de dictadores regionales y a la imposición del nefasto “postulante”.

Todos estos ingredientes, amargos por demás, fueron los que llevaron a la hecatombe al Partido Centro Democrático el pasado 27 de octubre.

Por fortuna vendrán otras elecciones parlamentarias que nos permitirá corregir el grave error, que como fue mi caso, le aposté al Senado con un hombre que se mostró noble de entre los cafetales de la hoy aturdida municipalidad de Belén de Umbría, pero que sacó su casta dictatorial, cuando le entregaron su credencial como tal.

La del 27 de octubre, será indiscutiblemente, la fecha que no quisiéramos volver a repetir. La fecha que nos marcó.

*Asesor y consultor

@Grajalesluise

"El modelo está fracasando y requiere correctivos urgentes"


Urnas Calientes
Por Juan Lozano


Más allá de lo ocurrido en Bogotá, Cali y Medellín, que copan casi todo el espectro mediático nacional y dejan ver interesantes procesos deliberativos, campañas con propuestas estudiadas, candidatos de mucho peso y participación ciudadana ilustrada, lo que ocurrió en el resto del país, con excepciones notables, debe prender todas las alarmas cívicas, políticas, de seguridad, de control fiscal y éticas del país.

El retroceso democrático es escalofriante. La corrupción se incuba en las campañas, y se profundizó por la crisis de los partidos, la anarquía de coavales, la disputa a sangre y fuego de territorios y elecciones locales por grupos criminales, la violencia electoral, la indebida manipulación de muchas candidaturas por firmas, la resurrección de clanes y estructuras corruptas, los costos desbordados de las campañas, la trashumancia desenfrenada, la intervención desvergonzada de centenares de alcaldes y gobernadores para impulsar a sus sucesores y la ausencia de reportes financieros de los candidatos a las autoridades, entre otros factores.

El Gobierno Nacional de buena fe hizo lo que pudo. Impulsó la pedagogía electoral, estimuló las plataformas y los grupos de control y denuncia, lideró la acción de la Fuerza Pública para garantizar una jornada pacífica. La ministra del Interior y el Presidente de la república brindaron todas las garantías democráticas que estaban a su alcance y demostraron equilibrio político, alejados de cualquier favorecimiento partidista. El Gobierno, a diferencia de lo que ocurre en Venezuela o Nicaragua o Bolivia, no fue el problema. El problema es el sistema político.

El sistema político está podrido. El modelo está fracasando y requiere correctivos urgentes. La elección popular de alcaldes y gobernadores se ha venido deteriorando progresivamente hasta convertir la política en una herramienta criminal y el Estado en un botín en muchísimos municipios de Colombia.

Los centenares de miles de millones de pesos que invirtieron los políticos corruptos en esta campaña para hacerse con el poder territorial serán sustraídos en los próximos cuatro años de las arcas públicas. Las campañas multimillonarias de los bandidos saqueadores de nuestros presupuestos no las pagan ellos. No. Las terminamos pagando nosotros. Lo que ellos giran en sus jornadas proselitistas es un anticipo de lo que luego se roban.

Papel destacado, tratando de contener esta avalancha de delitos, irregularidades e infamias, cumplió el procurador Carrillo. Las cifras son escalofriantes. Solicitó 705 revocatorias de inscripciones, montó un puesto de mando unificado para contener amenazas contra 148 candidatos, tramitó 885 quejas por diversas causas, como participación de servidores públicos en política, trashumancia electoral, constreñimiento al elector o actos de corrupción.

El Procurador abrió 42 actuaciones preventivas, 19 indagaciones preliminares y suspendió a 12 servidores públicos por participación en política. Tiene abiertos 1.175 procesos disciplinarios a 503 candidatos. Y puso en evidencia que el 24,6 por ciento del país, es decir, 274 municipios, presenta un alto riesgo de trashumancia electoral, alcanzando el sorprendente umbral de 795.262 posibles trashumantes. El Procurador también hizo lo que pudo. Pero, insisto, el problema es el sistema.

Comparados con algunos de nuestros vecinos, debemos celebrar que haya elecciones, y comparados con nuestro pasado, debemos celebrar la caída en picada de acciones armadas contra el proceso electoral. Comparados con la economía global, debemos celebrar nuestras mejores proyecciones. Todo eso es cierto, y por eso, en Colombia hay esperanza frente a la construcción de un mejor futuro.

Sin embargo, para consolidarlo, una condición indispensable es una reforma política y electoral profunda que recupere la política como instrumento virtuoso para construir un mejor país.  

*Tomada de El Tiempo

sábado, 26 de octubre de 2019

"Hoy, debe ser el día que vamos a limpiar la política en las regiones a lo largo y ancho del país"


La jornada de hoy

Por Emerson Grajales Usma*


El de hoy, será un ejercicio que pese a los actos criminales que lo han antecedido, debe ser democrático en todo el país.

Una jornada anticipada por derrames de sangre tras asesinatos de candidatos a las corporaciones públicas; de secuestros de aspirantes a alcaldías y concejos; y de homicidios a los líderes comunitarios o sociales.

Sin lugar a dudas, hoy tendremos la oportunidad de volver a ver, las filas interminables en muchos escenarios de votación y todo por una razón: Las corporaciones públicas son las más votadas por aquello del contacto directo e inmediato entre el constituyente primario local y el aspirante a llegar por primera vez, o ser reelegido.

El gobierno nacional ha dispuesto de grupos especiales de las Fuerzas Armadas (Militares, policía y el CTI) para todo el país, pero con exclusivo énfasis en regiones donde aún existe o han regresado grupos armados al margen de la ley, con el fin de garantizar el buen desarrollo de la jornada electoral. Igualmente, en muchas zonas apartadas donde la violencia ha cobrado víctimas por recobrar el control tanto para tráfico de estupefacientes, como de explotación ilegal de minería.

El triste ejemplo de la violencia que tiene sitiada esta fecha, es el municipio de Suárez en el Cauca. Allí, fue asesinada una candidata a la Alcaldía y también un aspirante al Concejo.

Igualmente los entes de control, han hecho efectiva varias sanciones a funcionarios públicos por diferentes casos como participación abierta en política y por constreñimiento al electorado para votar por sus candidatos de “bolsillo”.

La de hoy, debe ser una fecha donde todos los colombianos, como una fiesta, asistamos a las urnas para escoger a los mejores, a quienes no han sido llamados por los entes de control y o judiciales.

El pueblo no puede elegir a los mismos de siempre, a quienes han permeado el erario del municipio, del departamento o de la nación para robustecer sus propias arcas o la de terceros.

Menos podemos caer en apoyar a quienes por conveniencia propia, han impuesto sus candidatos. Ya ha sido costumbre que los alcaldes o gobernadores, busquen a sus herederos para que se tape la olla podrida que “dejan” en su nefasta gestión.

Hoy, debe ser el día que vamos a limpiar la política en la región a lo largo y ancho del país.

Especialmente, invito a votar por las listas del Centro Democrático que nuestro partido avaló en todo el país; con excepción del departamento de Risaralda, donde los Congresistas del movimiento impusieron el candidato a la gobernación y alcaldía de Pereira, con un fuerte tufillo que no ha permitido ver el trasfondo de tamaña coacción.

En el caso del candidato a la gobernación de Risaralda por el Centro Democrático, para nadie es desconocido, ni para el mismo expresidente Álvaro Uribe Vélez, que Eduardo Cardona, se dedicó a despotricar del entonces mandatario Uribe a través de sus columnas en medios regionales y nacionales, con palabras desobligantes que sólo las tapan quienes tienen oscuros intereses en esta candidatura. Y eso que dicen ser “uribistas de pura estirpe”.

Igual sucedió con la candidata a la Alcaldía. Otra imposición que les permitió desconocer a los congresistas Corrales y Vallejo; las raíces políticas del ideario de Uribe, en cabeza del entonces Concejal por el Centro Democrático César Gómez, quien aspiraba a la Alcaldía de la Capital de Risaralda.

Esta noche los resultados nos darán la razón.

*Asesor y consultor
@Grajalesluise

viernes, 18 de octubre de 2019

"Hoy, todo el mundo mira con admiración la magnitud de las grandes obras de ingeniería en China, y la rapidez con la que se construyen"


El metro no será una seda

Por Mauricio Cárdenas Santamaría*

Desde que tengo uso de razón, el túnel de La Línea y el metro de Bogotá han sido los casos emblemáticos de lo que funciona mal en el Estado colombiano. O, mejor dicho, de lo que no funciona.
Pero todo parece indicar que estos dos proyectos por fin dejarán de ser parte de nuestro inventario de frustraciones colectivas.

Pese a todos sus atrasos y sobrecostos, según el director del Invías, el túnel de La Línea será inaugurado a comienzos de 2021. Se pondrá muy contento en el más allá el exsenador Víctor Renán Barco, quien solía recordar con cierta ironía que en los años cuarenta, cuando llegó por primera vez a Bogotá, el conductor –al pasar por el alto de La Línea– le dijo: “Joven, aquí van a hacer un túnel”. Muchos años después, con numerosos documentos Conpes a cuestas y aún más contratistas fallidos, el túnel finalmente será una realidad.

En el caso del metro, también hay motivos para celebrar.

La adjudicación del contrato esta semana a un consorcio de empresas chinas es un hito en la historia de un proyecto lleno de vicisitudes. Como lo señaló Guillermo Perry en una de sus últimas columnas, los defensores del metro subterráneo lo trataron de convertir en un ícono de una sociedad incluyente y progresista, en contraste con el metro elevado –a su juicio, excluyente y retardatario–, como si las obras de ingeniería tuvieran ideología, cuando lo que tienen son costos y riesgos, campos en los que los estudios técnicos concluyeron que era mejor no excavar en los complejos suelos de la capital.

La oposición a la obra elevada también trató de argumentar que el cheque del Gobierno Nacional había resultado “chimbo”, cuando la verdad es que sin esos recursos, la ciudad no habría podido abrir la licitación, y mucho menos adjudicarla. Otra cosa es que la Nación haya decidido, por sugerencia del alcalde Peñalosa, evaluar todas las opciones para el uso de esos recursos. Los estudios concluyeron que la mejor opción era el metro elevado, conjugado con nuevas troncales de TransMilenio. Ojalá se anuncie pronto quiénes van a construir las troncales de las avenidas 68 y Ciudad de Cali, que se harán con el mismo cheque girado por el Gobierno.

Pero también es pertinente señalar algunas preocupaciones.

Hoy, todo el mundo mira con admiración la magnitud de las grandes obras de ingeniería en China, y la rapidez con la que se construyen. Pero esa admiración no necesariamente se extiende a las obras que hacen las empresas chinas por fuera de su país.

En nuestro caso, no sobra recordar los problemas que ha tenido Gecelca –una empresa de propiedad del Gobierno Nacional– con el contratista chino responsable de la construcción de una termoeléctrica en Puerto Libertador, Córdoba. El proveedor instaló un generador que no funcionó adecuadamente e incumplió el cronograma, lo que dio pie a un largo pleito. Además, chocó con la comunidad, que esperaba oportunidades laborales. Esto no se puede repetir.

China y Colombia han sido dos países distantes en todo sentido. Por eso, no podemos esperar que la relación diplomática será la garante de que las cosas se hagan bien. Necesitamos otros actores, como el BID y el Banco Mundial, que están involucrados a fondo con el proyecto, pero que deberán jugar un papel aún más activo para asegurar que todo salga bien. No tenemos el músculo suficiente para que el día que aparezca un problema lo podamos resolver satisfactoriamente.

Todo esto ocurre cuando se anuncia que la economía china está creciendo ‘apenas’ 6 por ciento, su menor tasa de los últimos treinta años. Ojalá esto no dé pie para que el consorcio a cargo del metro tome atajos y trate de mejorar sus estados financieros a expensas nuestras.

Pero no todas las perspectivas son desalentadoras. El Gobierno chino también debe tener en sus cuentas que, así como le ha ido mal en Venezuela y Ecuador –dos países en los que está expuesto en exceso–, las cosas pueden salir mucho mejor en Colombia. Un buen primer paso es construir un metro que sea motivo de admiración para todos los bogotanos. Si aquí hacen bien las cosas, quedaría en evidencia que la tan publicitada Ruta de la Seda sí pasa por Colombia, para beneficio de ambas naciones.

*Exministro de Estado

domingo, 6 de octubre de 2019

"Uribe acudirá al llamado de la Corte, consabido que por lo que se le acusa, fue un revés que él mismo “orquestó” al solicitarle a ese mismo tribunal que se investigara al senador Iván Cepeda Castro"


¡Juzgar en derecho, no en lo político!

Por Emerson Grajales Usma*


La Corte Suprema de Justicia, ha llamado a indagatoria al expresidente Álvaro Uribe Vélez, para este martes 8 de octubre. Una convocatoria en medio de unas confusas actitudes de los togados contra el hoy senador y de paso, no olvidemos que es la primera vez en la historia de Colombia, que esa rama judicial llama a un exmandatario.

No sucedió ni cuando se logró comprobar el ingreso de dineros del narcotráfico a la campaña de Ernesto Samper Pizano.

Aquí lo que está en juego, es la libertad del líder político colombiano. Un ser humano, al que la justicia conjuntamente con fuerzas oscuras, ven como un “trofeo” siempre y cuando lo tengan tras las rejas.

De sobra, se ha hecho un recuento en audios, videos y escritos; de todo lo que Uribe ha logrado para el país desde su llegada a la presidencia en el año 2002.

Su trabajo por Colombia, que no ha cesado aún hoy desde el Legislativo, es muestra fehaciente de su amor por esta Patria.

Son muchos los que han buscado infructuosamente, llegar al poder para mancillar el buen nombre del exgobernador de Antioquia, y hasta llevarlo tras las rejas. Esa impotencia despierta espesa dentera y entonces han buscado aliados para que desde la justicia se minimicen las grandes tareas del ex Jefe de Estado Álvaro Uribe y de paso, frenar su incansable trabajo por hacer del nuestro, un país viable, vivible y solido económicamente.

Uribe, no solo logró que fuera elegido en el 2002. También fue reelegido y obtuvo tanto respaldo que mal persuadió al país (sin querer), para que votáramos por Juan Manuel Santos; quien luego se convirtió en el peor gobernante de Colombia y traicionó a su mentor en aras de entregarle el Establecimiento y la agenda, al terrorismo basado en una falsa paz, con el fin de obtener un inmerecido reconocimiento desde Oslo, Noruega.

Otra muestra, es que por insinuación de Uribe, llevamos al hoy presidente Iván Duque, al Solio de Bolívar.

Uribe acudirá al llamado de la Corte, consabido que por lo que se le acusa, fue un revés que él mismo “orquestó” al solicitarle a ese mismo tribunal que se investigara al senador Iván Cepeda Castro, por manipulación de testigos. Cepeda, un habilidoso hombre sin escrúpulos, que se ha paseado por todas las cárceles del país comprando falsos testigos contra Álvaro Uribe, logró convencer a los Magistrados, para que esa solicitud de Uribe, se le devolviera sin limitantes y sin miramientos de su condición de expresidente, y lo logró con oscura complicidad.

Las marchas que hoy se efectúan en diferentes ciudades de Colombia, y las convocadas para el venidero martes, cumplirán su objetivo cual es apoyar al exmandatario Álvaro Uribe, pero se equivocan quienes piensan que esas mismas manifestaciones lograrán cambiar el rumbo de la determinación de los jueces de Uribe; determinación que uno ingenuamente pensaría que se daría en derecho, y no en lo político.

Aquí lo triste, y como ya lo advirtió en su momento la periodista Vicky Dávila, será la Corte la que determine (a su conveniencia), cual es el verdadero Uribe, el héroe o el villano.

El país y el mundo estamos expectantes sobre lo que pueda suceder, aun cuando para ellos (los togados) ya las cartas están echadas, nada cambiara en estas próximas horas, el entramado que tiene la justicia y los ultra enemigos de Uribe, para perjudicar al exmandatario.

Esperemos a que se abra el telón.

*Asesor y consultor

@Grajalesluise

domingo, 22 de septiembre de 2019

"Quienes consumaron el ataque, tenían pleno conocimiento, donde estaba ubicada mi habitación; la que siempre acostumbraba compartir con mi hermosa matrona".


A 16 años de un atentado

Por Emerson Grajales Usma*


Terminaba otro atardecer a mediados de junio de 2003, cuando ingresaba a mi residencia en la ciudad de Pereira, y luego de cerrar la puerta principal, el teléfono fijo repicaba. Levanté la bocina y una voz masculina me hablo solo para decirme: “Te vamos hacer tragar esas columnas gran hijueputa” de inmediato colgó.

Yo tenía una columna en el diario local La Tarde y otra en El Tiempo/café. Escribía sobre diferentes temas de interés regional y nacional. Por aquellas calendas, el grupo terrorista de las Farc, delinquía en limítrofes de Risaralda y Chocó. También, al occidente de Risaralda existía una débil columna del EPL.

Siempre mis escritos en los últimos días, iban dirigidos a que no se permitieran diálogos regionales con los grupos criminales, como lo había planteado el entonces presidente Andrés Pastrana y cuya propuesta se la “heredó” al gobierno de Álvaro Uribe Vélez.

En agosto del mismo año (2003), me encontraba en Bogotá cumpliendo temas propios de mi actividad pública, cuando me llegó al mismo domicilio en Risaralda, una segunda amenaza, esta vez fue por escrito y la receptora fue mi Madre. Un sufragio donde se invitaba a mis honras fúnebres. Como vi que luego de la primera amenaza telefónica no había pasado a mayores, a esta segunda opté por  mostrarme igualmente indiferente.

Ya había pasado más de un mes de la segunda amenaza, cuando me encontraba celebrando el día del amor y la amistad el 20 de septiembre de ese año, con unos amigos en un reconocido sitio nocturno de Pereira, ubicado en un céntrico sector y a pocas cuadras de mi residencia donde se hallaban mi Madre y mi hermano Javier el mayor de la familia, quien había llegado de Bogotá, su lugar de permanencia para compartir la celebración al lado de nuestra progenitora.

A las 2.24 a.m de ese 21 de septiembre; el silencio prologando propio de la noche, se vio irrumpido por la fuerte detonación de una bomba que tuvo como blanco mortal, mi casa.

Quienes consumaron el ataque, tenían pleno conocimiento, donde estaba ubicada mi habitación; la que siempre acostumbraba compartir con mi hermosa matrona. Precisamente en mi lecho, se encontraba aquella fatídica noche descansando mi hermano Javier, con tan mala suerte, que sufrió directamente el impacto de las esquirlas, lo que le costó la vida de inmediato.

Precisamente este sábado 21 de septiembre, ya mi hermano cumplió injustamente 16 años de su asesinato, un crimen que nunca debió llegar y del que por fortuna mi ascendiente salió ilesa.

Un atentado, que pesé a existir todas las pruebas, la justicia se ha negado (…y se negó) a esclarecer los hechos y a capturar a sus autores tanto materiales como intelectuales. Nosotros, como familia colombiana, no solo fuimos víctimas del narcoterrorismo, también del estado a través de la impunidad.

La irreparable muerte de Javier, solo sirvió para que engrose el número de personas a los que la parca les llega sin que los jueces de la República arrojen el más mínimo resultado.

Hoy, las amenazas se han extendido a todo un país que vemos en la justicia un aliado pero no precisamente de quienes padecemos las amenazas, sino, de los verdugos que han encontrado amparo en la justicia.  

*Asesor y consultor

@Grajalesluise

martes, 27 de agosto de 2019

"Uribe, se dedicó a combatir los grupos armados fiel a la Constitución y la Ley"



Álvaro Uribe, una vida al servicio del país

Por Emerson Grajales Usma*


No necesariamente tenemos que estar al lado del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, para describir lo que es como persona y lo que ha hecho por un país que tristemente se divide entre quienes agradecemos sus incansables tareas y quienes se resisten a reconocer su grandeza como respuesta a una elevada dosis de ingratitud.

Uribe, empezó su vida pública al servicio del colectivo a muy corta edad. A sus 30 años, fue nombrado Alcalde de Medellín por el entonces Presidente de la República Belisario Betancourt Cuartas. A sus 34 años, ya había sido elegido Concejal de la capital antioqueña. En 1986, fue elegido senador y obtuvo en 1990, su reelección en el congreso hasta 1994. En 1995, se posesionó como gobernador de Antioquia, donde obtuvo grandes logros para la región.

En el año 2000, inició un periplo por todo el país, donde le reconocieron en cada municipio a donde llegaba, su destacada gestión en la gobernación de su departamento.
En el año 2002, fue elegido por los colombianos presidente de la República, con un total de 5 millones 862 mil 655 votos; lo que le permitió ganar en primera vuelta.

Durante ese cuatrienio, Uribe, se dedicó a combatir los grupos armados fiel a la Constitución y la Ley. Las mal llamadas pescas milagrosas, se habían convertido por aquellas calendas, en el modus operandi de la agrupación criminal de las Farc, logrando el secuestro de decenas de inocentes en diferentes vías del país. Esta práctica, fue llevada por el gobierno del exgobernador de Antioquia, a la más mínima expresión.

Tampoco el entonces Presidente Álvaro Uribe, desconoció la actividad criminal del paramilitarismo, grupo que nació como contestatario de las guerrillas que tenían azotadas muchas zonas del país, con más énfasis en las ganaderas y cafeteras. Estos grupos llamados Autodefensas Unidas de Colombia-AUC-, se convirtieron en una constante obsesión del gobierno nacional para combatirlos hasta el punto que luego de unos acuerdos con esos grupos, sus criminales incumplieron y de inmediato el Presidente Uribe determinó con valor y coraje en extraditarlos a los Estados Unidos.

El entonces Mandatario Uribe, entendió que necesitaba de otro periodo para seguir sin tregua su indeclinable tarea de seguir combatiendo el crimen organizado.

Los colombianos entendimos a la perfección y fue así como lo apoyamos a través de las urnas para que en 2006, se convirtiera en el gobernante reelegido para que siguiera batallando contra las organizaciones narco terroristas.

Uribe, guiado por el “rostro amigable, fiel y prometedor” de su Ministro de Defensa Juan Manuel Santos, se dejó engañar y nos mal persuadió para que votáramos por quien luego de su posesión, mostrara su ponzoña y traición, y le entregara la institucionalidad al crimen organizado.

Uribe, no se quedó inmóvil y puso su nombre a consideración de los colombianos para que fuera apuntalado a una curul en el senado. De allí, libró una batalla para recuperar el Estado y en una convención en franca lid, Oscar Iván Zuluaga, se convirtió en el candidato oficial del Centro Democrático, movimiento creado por el expresidente Álvaro Uribe, y en primera vuelta ganó no con menos de 500 mil votos. Pero esas justas, fueron despojadas de frente y sin escrúpulos por el entonces gobernante Juan Manuel Santos, quien avalado por dineros sucios de Odebrecht, se reeligió.

Uribe, gran batallador, siguió sirviéndole al país desde el Legislativo y señaló el camino para que ilustres del Partido Centro Democrático, buscaran  que uno de ellos, fuera ungido como candidato a la presidencia y de unas precandidaturas de los movimientos Conservador y del uribista, el Senador Iván Duque, logró izar la bandera que efectivamente lo llevó al Solio de Bolívar.

Aun cuando el daño que Santos le dejó al país ya estaba hecho, Duque no ha guardado esfuerzos para que se replanteen los acuerdos que amañadamente Santos adelantó con las Farc, y que más han beneficiado a los terroristas que lo que los ha castigado y menos han reparado a las víctimas.

A estas alturas, cuando el Senador Uribe, lleva tantos años sirviéndole al país y que le ha costado su forzado aislamiento de su esposa, de sus hijos y ahora de sus nietos; su vida dio un fuerte viraje y ahora ha conseguido un cumulo de enemigos y detractores, que como agradecimiento de su entrega al país, solo buscan verlo en el entramado de la justicia, mientras los verdaderos narco criminales siguen vigentes en la calle o exhiben cínicamente una desteñida credencial como congresistas.

Y Uribe, ahí, entregando su vida al servicio del país de manera estéril para unos, y gratamente útil, para quienes estamos alejados de amiguismos y actos criminales.

*Asesor y consultor
@Grajalesluise

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