Por Emerson Grajales Usma*
Con el bochornoso
escándalo que enloda a la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez, por el caso de
su hermano condenado por narcotráfico, acto reprochable hasta por la misma
familia; me viene a la memoria otro hecho similar con el retirado General Oscar
Naranjo, pero que no tuvo la misma resonancia.
La vida del General Oscar Naranjo Trujillo, ha estado
plagada de profundos y delicados casos que van desde supuestos vínculos con
narcotráfico, hasta sospechados acercamientos con jefes de grupos
paramilitares. Pero esos escándalos, han pasado de largo, sin que se tenga
respuesta sobre la razón para que el uniformado hubiera logrado aislarse y
continuara con su vida policial y pública hasta el punto de haber sido
catalogado como el “mejor policía del mundo” y designado posteriormente,
vicepresidente de Colombia, ante la renuncia del titular Germán Vargas Lleras.
Pero miremos la historia que lo llevó a vivir en carne
propia un caso de narcotráfico de una persona allegada en alto grado de
consanguinidad, que si bien lo he dicho, uno puede escoger los amigos, no la
familia, si se presentó en momentos en que el mismo General, libraba una
batalla contra el cartel de Medellín y organizaciones criminales, desde la
dirección general de la policía antinarcóticos.
Fue precisamente cuando la década del 2016 iniciaba, que
Naranjo recibió la noticia de la captura de su hermano Juan David, y que el 4
de mayo de 2007, (un año después), un Tribunal Federal de Karlsruhe (Alemania),
condenó a su pariente a 7 años de prisión por posesión de 75 kilogramos de
cocaína.
Para aquellas calendas, Oscar Naranjo, se desempeñaba en
el organismo policivo, como Director General de la DIJIN, y se encontraba en
Pereira en labores de inteligencia, tras el asesinato de Liliana Gaviria
Trujillo, hermana del expresidente César Gaviria, homicidio ocurrido a finales
de abril de 2006 en Dosquebradas; cuando
el oficial recibió la triste noticia de la captura de su hermano menor.
Los rumores de las conexiones del General Naranjo, con
paramilitares como Daniel Rendón Herrera, alias “Don Mario” quien en el 2004
señaló que Naranjo se reunió con el conocido y temido narcotraficante Miguel
Arroyave en el Meta, y que habría una segunda cita que se frustró con el
asesinato de Arroyave. También hubo fuertes cuestionamientos por detenciones de
personas, en forma masiva y sin evidencias. Es decir, hizo efectivos operativos
conocidos como “falsos positivos”.
A comienzos de la década del dos mil, el general Naranjo,
había sido informado de la presencia de un integrante del cartel del Norte del
Valle en la capital de la República, cuando el oficial se encontraba en el
exclusivo centro comercial Andino, al norte de Bogotá en el sitio El
Pomeriggio; pero hizo caso omiso a la advertencia. Esta actitud, lleva a pensar
que efectivamente y como se ha dicho en voz baja; que el hoy ex vicepresidente,
si pudo haber tenido contacto con narcotraficantes de esta parte del país.
La vida del General Naranjo, por estos días se evidencia
parcialmente en una serie para televisión, donde se muestran sus logros pero se
omiten sus actuaciones oscuras y que lo llevaron a ser el oficial más
cuestionado de los que se haya conocido en la policía de Colombia en el cargo
de Director General, y que hoy sus estrellas, parecieran opacadas como su misma
hoja de vida.
*Asesor
y consultor
Twitter
@Grajalesluise