Dos años sin Carlos Holmes Trujillo García
Por Emerson Grajales Usma*
No es fácil para mí; quien
vivió los últimos nueve años de su vida al lado del apergaminado Carlos Holmes
Trujillo García, hablar de lo que fue su actividad pública. Solo pensar que voy
a disponerme en este instante a escribir sobre su acrisolada carrera política y
su indeclinable tarea por el país, me agua los ojos.
El ilustre
vallecaucano, vivió en medio de la política desde su niñez al lado de su padre Carlos
Holmes Trujillo Miranda, un subrayado dirigente político de su región. No obstante,
mi citado hoy en esta columna, fue secretario de Hacienda de Cali y posteriormente
Alcalde de la misma ciudad. Desde la década de 1990, logró encajar en el
gobierno nacional, no sin antes dejar su indeleble huella como integrante de la
Asamblea Nacional Constituyente. Con lujo de detalles e insondable pulcritud,
llegó al ministerio de Educación, fue también Ministro del Interior y Consejero
para la paz.
Su misión desde el
inicio de su preparación, fue ser Presidente de Colombia. Por eso, no descansó
en seguir escalando posiciones, no solo en el ámbito nacional, también a nivel
internacional. Se formó y se desempeñó como un brillante diplomático llegando a
ser Cónsul y consecutivamente, Embajador de Colombia ante varios países de
Europa.
Desde el año 2012, le
apostó a la candidatura a la presidencia. Se sometió a una convención nacional
en el partido político del expresidente Álvaro Uribe Vélez, la que ganó en
franca lid, el también aspirante Oscar Iván Zuluaga; quien no dudo en invitar a
Carlos Holmes, para que fuera su fórmula vicepresidencial. El país conoció el
hurto en las elecciones del 2014 y la posterior usurpación de gobierno por Juan
Manuel Santos.
Carlos Holmes, siguió
sin desfallecer, apostándole a la presidencia, hasta tal punto que inició otra
cruzada a lo largo y ancho del país, para presentar propuestas frescas a través
de conversatorios y la academia. Tarea a la que tuve el honor de acompañarlo a muchas
regiones.
En otra consulta interna
del Centro Democrático, movimiento uribista al que seguía vinculado Trujillo
García, salió ganador Iván Duque Márquez, quien conquistó la Casa de Nariño. Carlos
Holmes, fue llamado en el 2018 por Duque, a formar parte del gobierno como
Canciller de la República, inicialmente, y luego fue nombrado Ministro de
Defensa por el presidente; cargo que desempeñó con lujo de detalles. Los sables
siempre se escucharon, cuando se formaba la calle de honor para honrar su presencia
en las filas castrenses.
Carlos Holmes, se
destacó por ser un inigualable conciliador y hombre de total entrega por el
país.
El presidente Iván
Duque, en su momento, describió al fallecido Ministro de Defensa como: ‘El
reflejo de vocación de servicio público y de lucha por el país”.
Trujillo García, nunca
tuvo contendores, siempre los catalogó como otros aspirantes más.
Conocí como nadie, su
lado tanto profesional como humano. Fue de total entrega y competente. Por
ende, fue muy exigente con sus colaboradores inmediatos.
Para nadie es un
secreto, que Carlos Holmes Trujillo, se perfiló como el más firme aspirante y
ganador de la contienda presidencial del 2022. Su lamentable deceso, sigue aclamando
tristezas en quien, como yo, fuimos sus amigos, colaboradores y
correligionarios de su aquilatada tesis de ver a Colombia como un país grande y
de desbordada proyección ante el mundo, sin contraprestación alguna.
Hoy, dos años después, ‘el
gran hombre’, como lo califiqué en varias oportunidades en reuniones y en otros
de mis escritos, Carlos Holmes, sigue vigente en el panorama actual del país a través
de sus pensamientos e ideario.
No puedo finalizar esta
columna, sin antes citar la frase del inmolado Luis Carlos Galán. ‘Cuando muere
el hombre, se robustecen sus ideas’. Eso espera el país, que del Centro Democrático,
se recuperen sus ideas y se lleven a la praxis.
*Asesor y Consultor