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sábado, 17 de octubre de 2020

"El nefasto gobierno de Juan Manuel Santos, copó su periodo (2010/2014 y 2014/2018), en darle los últimos retoques a su circo en La Habana"

 


        Lavandería de crímenes

Por Emerson Grajales Usma*

 

Cuando Juan Manuel Santos, le pidió al entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, que deseaba sucederlo en la Casa de Nariño; y que necesitaba contar con su apoyo; Uribe le creyó ante la cara de “humildad” que le había puesto y decidió respaldarlo en su búsqueda por la presidencia.

Santos, quien se desempeñaba como ministro de Defensa, se dedicó a sacar pecho en cuanto operativo “positivo” entregaba como resultados la Policía o el Ejército Nacional.

No importaba si era un cabecilla del narcotráfico o un simple jibaro. Si se trataba de un asaltante de bancos o era un simple atracador de calle. La tarea se hacía y ahí estaba Santos sacando pecho como “héroe”.

Juan Manuel, ya venía en diálogos en forma clandestina, con los narcoterroristas de las Farc desde hacía cerca de un año, a través de su hermano Enrique, “Kike”, quien ya se había sentado a manteles en sitios no especificados con los cabecillas del movimiento de “Tirofijo”.

Y como se lo había propuesto, Santos ganó la presidencia en el 2010 con la política de seguridad democrática, una plataforma creada y que venía siendo ejecutada por Uribe en sus dos periodos (2002/2006 y 2006/2010) y que Santos se había comprometido a recibir como legado de su mentor. Cosa que nunca cumplió. Don Juan Manuel, ya tenía claro que su único propósito era el de gobernar con la izquierda y la extrema izquierda.

Montó unos simulados diálogos con los narcoterroristas de las Farc y escogió el nido de la izquierda en América Latina; las paradisíacas tierras de la isla de Cuba. Allí, a donde han llegado como reyes los peores criminales del mundo. Para muestra un botón. Allá están de “vacaciones” en las actuales calendas, los bandidos del ELN. Escondidos como buenos cobardes que son.

El nefasto gobierno de Juan Manuel Santos, copó su periodo (2010/2014 y 2014/2018), en darle los últimos retoques a su circo en La Habana, para mostrarle al mundo que se había convertido en un adalid de la paz. Vaya falsedad en la que se montó y en la que nos montó ante el mundo. Y para eso entrego la agenda del Estado y hasta le dio vida a una justicia estilo “sastre”, a la medida de los narco cabecillas y violadores de menores y hasta de infantes del mismo sexo, a los de las Farc. Y así lo han dado a conocer las de la Fundación Rosa Banca, denuncias que no han tenido el eco necesario para que se esclarezca la verdad y se castiguen a sus autores directos.

Santos, un hombre colmado de cinismo, le dijo a la periodista Claudia Gurisatti, desde su comodidad como presidente, qué: “los de las Farc no van a tener curules en el Congreso, tienen que ganárselas, tienen que ir a campaña” (https://www.youtube.com/watch?v=q69EjB21A08), y además encaró sin sonrojarse en lo más mínimo al candidato del uribismo para el 2014 Oscar Iván Zuluaga; al decirle que era un mentiroso cuando Zuluaga en un debate televisado le evidenció que Santos quería que los de las Farc llegaran al Congreso sin pagar un día de prisión y sin ir a campaña a conquistar al electorado y lo peor fue que así sucedió; (https://www.youtube.com/watch?v=4LtxQ-bvx7A), sin pagar un solo día en intramuros por los delitos de lesa humanidad, y esos miserables y cobardes narcoterroristas, con la complicidad de Santos, llegaron al Congreso a ocupar 10 sillas que se han convertido en el símbolo de la perversidad de un gobierno que de paso se compró el premio Nobel de paz, a costa de brindar impunidad a los cabecillas de las Farc.

Ha, y de paso nos “metió” por los ojos una Justicia Especial para la Paz; la misma que hoy ha servido como lavandería de los crímenes de cuanto cabecilla aparezca. De ahí, que olímpicamente, hoy los miserables asesinos de las Farc, se adjudican sin temor alguno, el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado y otras cuatro personalidades.

Y es apenas lógico. Por qué no adjudicarse cuánto crimen quieran si pasará lo mismo con ellos, no pagarán un solo segundo tras las rejas por esos crímenes que se “proclamaron” como propios y menos los probados y tímidamente confesados por los patibularios congresistas de las Farc.

*Asesor y consultor

Twitter: @Grajalesluise  

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