#TodosSomosResponsablesDeTodos

martes, 7 de agosto de 2018

Cesó la horrible noche

Por Emerson Grajales Usma*


…Y ya transcurridos los primeros seis meses del gobierno de Juan Manuel Santos, en su periodo inicial, se comenzó a develar un oscuro tramado que venía tejiendo con la complicidad criminal de su hermano Enrique (Kike), el mismo que hemos visto durante años, al lado de reconocidos agitares de la revolución en América Latina.

La confianza que habíamos depositado en Santos, también fue desvaneciéndose como el agua entre los dedos con sonada advertencia y muy clara por demás, del entonces director Nacional de Radio Sucesos RCN; de Francisco Santos; primo del recién posesionado gobernante.

Hicimos, por aquellas calendas, oídos sordos a lo que en realidad estaba ocurriendo desde la Casa de Nariño. Aquello, menos podría imaginárselo el mentor de Juan Manuel, su antecesor Álvaro Uribe Vélez. El mismo que entregó todo de sí, para que su ex Ministro de Defensa, logrará llegar al podio presidencial.

Santos, como buen tránsfuga y ajedrecista de la política, empezó a tomar distancia del ex presidente Uribe, y se mostró como “muy autoritario” y sobrado en conocimiento, en sus determinaciones. Poco después, se logró establecer que un hermano de Juan Manuel Santos, “Kike”; andaba en clandestinos diálogos con los cabecillas de la agrupación terrorista Farc.

Además, de considerarse un delito porque Santos, el lúgubre, el hermano; nunca estuvo autorizado por el entonces presidente Uribe, para reunirse con una caterva suicida y patibularia, sí había tenido la complicidad del gobierno cubano y dictatorial de los Castro, con la logística del régimen de Venezuela.

Cuatro años después, llegaría la otra contienda por conseguir a través de las urnas, la retoma del poder por parte del partido Centro Democrático, y se ganó la primera vuelta con el candidato uribista Oscar Iván Zuluaga y con la inmejorable formula vicepresidencial de Carlos Holmes Trujillo.
Ganamos aquella contienda en franca lid, como se tenía presupuestado. Pero el diabólico presidente Santos, acudió al detestable escenario de la corrupción y con las sobras económicas de la primera vuelta de la multinacional Odebrecht, y con otros apoyos económicos, también “clandestinos”, de grupos narco criminales, logró “arrebatarnos” en la segunda vuelta, la ratificación del triunfo de la primera vuelta, del ex ministro Oscar Iván Zuluaga.

Para entonces, ya Santos no tenía la más mínima muestra de ser el hombre noble y transparente que habíamos visto y elegido al lado del Jefe de Estado Álvaro Uribe.
Hoy, 8 años después, esa pesadilla llega a su fin, para darle camino a un gobierno que como el de Iván Duque, prevemos, estará a la altura de las expectativas del pueblo colombiano.
Desde hoy 7 de agosto, cesará la horrible noche y los colombianos despertaremos bajo muestro cielo tutelar, abrazando otras esperanzas, que abrigue nuestro presente y el futuro de las concurrentes y futuras generaciones.

Estamos confiados en un gobierno que de manera autónoma, designó a su equipo de trabajo, lo que nos da tranquilidad al enviar un espeso mensaje según el cual, ni los grupos políticos que cayeron en paracaídas a brindar su apoyo a Iván Duque, ni nadie en absoluto; logró permear sus determinaciones de alto nivel de manera autónoma.

Sólo nos queda, desearle mucha suerte al nuevo capitán de este barco, en el que va un grueso grupo de ciudadanos de bien, pero también, en el que con reconocida complicidad del moribundo gobierno de Santos; se encuentra enquistada una mínima porción de narco-criminales y terroristas, que hoy posan de ser “congresistas” sin haber pagado un solo día de cárcel por sus atroces crímenes de lesa humanidad y desde donde siguen su clandestina actividad criminal.

Entre tanto, Juan Manuel Santos, llevará muy seguramente en sus maletas y en las de su familia, nuestro subrayado desprecio que por fortuna no es de unos pocos, lo que no le permitirá, llevar tiquete de regreso.

Adiós Juan Manuel, y que Dios te perdone y el leviatán te cobre.

*Asesor y consultor.

@Grajalesluise

domingo, 29 de julio de 2018

Opinión "Uribe, a la guandoca" Columna de Mauricio Vargas L. / En réplica

Uribe, a la guandoca

Por Mauricio Vargas L*

Cuando algunos ilusos creíamos que el ambiente de crispación política, que lleva más de una década, cedería con la llegada de Iván Duque –uribista, sí, pero ponderado y ajeno al insulto y la agresión– a la Casa de Nariño, apareció la Sala Penal de la Corte Suprema, que tantos sesgos ha demostrado en estos años, para poner al expresidente Álvaro Uribe a las puertas de la cárcel, bajo acusaciones de soborno y fraude procesal. Aunque algunos odiadores del exmandatario se están relamiendo los bigotes, lo cierto es que la decisión de la Sala Penal plantea un escenario muy inquietante.

Para hacer corto un cuento largo, a Uribe lo acusan porque supuestos mensajeros suyos trataron de convencer a un paramilitar preso, Juan Guillermo Monsalve, para que declarara en contra del senador Iván Cepeda, enemigo acérrimo del expresidente, y para ello le ofrecieron prebendas con tal de que Monsalve –eso sugiere la acusación– empapelara a Cepeda, incluso con un falso testimonio. Las pruebas, profusamente filtradas por los magistrados de la Sala Penal a varios colegas, comprometen a esos mensajeros, entre ellos abogados y un congresista del Centro Democrático, pero no sé si basten para señalar al expresidente.

Uribe y sus asesores son culpables de un gravísimo error de cálculo: denunciar en 2012 al senador Cepeda ante un tribunal –la Sala Penal– que carga con años de animadversión en contra del exmandatario y de todo lo que huela a él. Fue una estupidez, pues desde el principio era previsible que, con el sesgo de los magistrados, el caso se voltearía contra Uribe. Sus consejeros tienen la culpa de haberle recomendado esa denuncia, y él tiene la culpa de haberles hecho caso.

Pero, además, esos allegados al exmandatario cometieron el error de ponerse a hablar con un criminal que se ha destacado por cambiar su testimonio, y cayeron redonditos en la trampa que ese oscuro personaje, al parecer manipulado por enemigos de Uribe, ayudó a tenderles: el que con niños se acuesta untado amanece. Es el típico pecado de tanto cabeza caliente que rodea a Uribe, y el típico pecado de Uribe de seguirles el consejo.

Pero, por muy equivocado que haya sido su cálculo, nada de lo anterior demuestra que Uribe sea un criminal. Quizás enrede a sus allegados, pero no a él de manera directa. Al menos según las evidencias conocidas. No hay que olvidar que la esencia de la acusación es el testimonio de Monsalve, quien, aparte de su historial criminal, le había dicho a un compañero de patio que Cepeda quería manipularlo contra Uribe, y luego se volteó.

La Sala Penal ni siquiera requirió un primer testimonio de Uribe y prefirió, de una vez, llamarlo a indagatoria, una decisión que lo pone a las puertas de la prisión preventiva. Es la misma Sala Penal que, con gravísimas evidencias surgidas del computador del exjefe de las Farc, ‘Raúl Reyes’, se negó a procesar a Piedad Córdoba y enterró por esa vía las investigaciones sobre ‘Farcpolítica’. Para la Sala Penal, si el acusado es de izquierda, su inocencia es un hecho.

Con estos antecedentes, y sin tener claras aún las consecuencias de su eventual renuncia al Senado, es fácil prever que el expresidente termine detenido. ¿Qué mensaje les va a mandar la justicia a los colombianos y al mundo si la imagen que veremos es la de Uribe preso mientras los antiguos jefes de las Farc, grupo autor –con los paramilitares– de algunos de los peores crímenes de la historia del país, se sientan en sus curules del Congreso? Quizás eso victimice al expresidente y dispare su popularidad, mientras la crispación política crece a niveles incendiarios. Pero, más allá de ello, el daño ético e institucional será gigantesco, aunque poco les importará eso a los magistrados con tal de mandar a Uribe a la guandoca.

*Exministro de Comunicaciones

Opinión "La cobardia y la injusticia" Columna de Emerson Grajales Usma / Ex director RESCOLDO


La cobardía y la injusticia

Por Emerson Grajales Usma*


Quiero con este escrito, emular a Jesús Cristo, en decir nada más que la verdad, así me cueste también el camino a la crucifixión, (una tumba o la cárcel).
La que pasó, fue la semana más movida en términos políticos. Logré que me allegaran los pliegos de cargos (219 folios), con los que la, otrora “honorable” Corte Suprema de Justicia, llamara, no a versión libre, sino; a indagatoria, al expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez.

No encontré, un denunciante sobre delito alguno contra el fundador del Centro Democrático. No encontré el acervo probatorio con el que la Corte, se basara para una muy eventual privación de la libertad por razones preventivas y menos encontré coherencia entre lo que los desteñidos togados exponen y sus actuaciones.

El senador Uribe, no ha realizado UNA SOLA visita a centro carcelario alguno, y se le acusa de presionar, comprar y torcer reclusos, manipularlos y exponerlos como “testigos claves”, contra el heredero del crimen, mejor conocido como Iván Cepeda.

Caso contrario, como sí ha actuado en  concreto, el senador del mal, Iván Cepeda Castro, quien manifiesta que de sus cerca de 21 visitas al patibulario Monsalve, ha obedecido a razones “meramente humanitarias”. Vaya payasada.

Me informa un funcionario de mediano rango de la Casa de Nariño, que la Corte Suprema de Justicia, ha estado “minada” de llamadas desde la sede Ejecutiva para presionar a los Magistrados (¿?) sobre el caso Uribe, y que el fallo, ojala en privación de la libertad del mentor de Juan Manuel Santos, se dé antes del 7 de agosto, fecha en la cual el Mandatario, dejaría el poder.

Pero las presiones no paran ahí. La reculada de la Corte sobre la demanda que en su momento había dejado radicada el expresidente Uribe contra el legislador Cepeda, por MANIPULACIÓN de testigos a través de visitas a las cárceles bajo el subrayado circo de ser integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la República, y con claras pruebas basadas en videos de reclusos que SÍ DECLARAN que el senador Iván Cepeda, los visitaba (y aún lo hace),  para que declaren en contra de Uribe como creador de movimientos criminales paramilitares y hasta citando nombres como el del bloque “Cacique Nutibara” de las “AUC”, cuando el “Cacique Nutibara” y el bloque “Metro”; eran apéndice del Bloque Central Bolívar, asesorados por los criminales Carlos Mario Jímenez, alias “Macaco” de Dosquebradas; y secundado por Rodrigo Escobar, alias “Don Rodrigo” oriundo de Belén de Umbría, ambos de Risaralda; pero creados por Diego Fernando Murillo, alias “Adolfo Paez” y Carlos Castaño, respectivamente.

Sobre estos hechos, existe un “cargamento” de pliegos colmados de investigaciones y declaraciones de testigos en los estrados judiciales tanto de Risaralda como de Medellín. Allí, los Magistrados no han realizado la más mínima investigación, ni se han tomado la molestia de llamar a testigos claves que conocen a fondo sobre la conformación de esos grupos criminales cuya autoría de sus creadores, se le quiere indilgar de manera irresponsable, amañada y perversa, al doctor Álvaro Uribe.

Si bien, los consejeros del alto tribunal reciben órdenes de manera clandestina del presidente saliente Juan Manuel Santos, para que esté (Santos) erija la “cabeza” de Uribe, como su presea para el cierra de su nefasta y aturdida gestión, o respondiendo a dadivas de Iván Cepeda, como se ha demostrado con falsos testigos como sucedió con el exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, cuya determinación jurídica sigue en vilo, gracias a la “manipulación” de que ha sido objeto su proceso; también es verdad, que aquí se está orquestando una campaña jurídica y de desprestigio en contra de Álvaro Uribe y su entorno político.

La cobardía y la injusticia, está ocupando un muy cruel espacio en este adverso episodio. No hay claridad en qué parte está probado que Uribe estuviera manipulando directamente testigos, recluidos hoy en cárceles del país.

Si la Corte Suprema de Justicia, quiere retomar su cauce y recuperar el respeto que hoy evidentemente tienen perdido, deben actuar en Derecho y no basados en presiones y/o dádivas solo por cobardía para quitar del camino, al máximo exponente del liderazgo en el país.

*Asesor y consultor

@Grajalesluise   

Opinión "Nos dejaron patas arriba" Columna de Maria Isabel Rueda, en réplica.

 Nos dejaron patas arriba

 Por María Isabel Rueda

Si la Corte Suprema de Justicia expide una decisión, hay que respetarla y acatarla. Dicho lo anterior, esta no es cualquier Corte. Es la que ha protagonizado el peor escándalo judicial de la historia del país con el ‘cartel de la toga’. Y la anterior a esta fue la Corte que por razones estrictamente políticas ocasionó un gravísimo desacato institucional contra el entonces presidente Uribe, al inventarse la figura inexistente de la “terna no viable” para negarse a elegir al fiscal durante un año y medio. Cuando llegó Santos al Gobierno y aceptó cambiarla, arrancó el enfrentamiento entre los dos mandatarios, que hoy acaricia su pico.

De manera que no se trata de una corte que goce de la mejor credibilidad. Y como me pareció tan extraño que a una denuncia de Uribe en la Corte por manipulación de testigos contra el senador Iván Cepeda le dieran una vuelta de 180 grados para terminar cerrándole investigación al denunciado y abriéndosela al denunciante, me puse en el trabajo de leer las 219 páginas del auto. Mi conclusión: no sé en qué parte se encuentra probado que Uribe estuviera manipulando directamente testigos.

A continuación, en una entrevista que tuve con el senador Cepeda, le manifesté mis dudas sobre este y otros aspectos en los que no nos pusimos de acuerdo. Según la Corte, los testigos contra Uribe se le aparecen a Cepeda espontáneamente por su labor humanitaria en las cárceles. Pero, en cambio, sí sugiere que a los testigos que favorecen a Uribe los están buscando para manipularlos. Cepeda acepta que él y sus allegados han intervenido en proporcionar seguridad a los testigos contra Uribe, porque, según dice, “es parte de mi rol como defensor de derechos humanos”. Pero los abogados de Uribe no pueden hacer lo propio con testigos que ofrecen decir la verdad, porque, de acuerdo con la Corte, los estarían manipulando con promesas. Y que los dineros que entregan las ONG cercanas a Cepeda son para proteger, pero las ayudas de los círculos de Uribe son para sobornar. Incluso, hay una cifra que me quedó sonando: para el momento de nuestra entrevista, el senador Cepeda había visitado nueve veces al testigo Monsalve, de las 21 solicitudes de visita que había hecho a la cárcel. “No es una situación atípica. Es mi trabajo”, me dijo. “Jamás estuve en una especie de búsqueda meticulosa de testigos contra Álvaro Uribe”. 

En fin. El auto al que me refiero me sorprendió porque no se mide con el mismo rasero la conducta de las partes interesadas en visitar testigos, a unos para que declaren contra Uribe y a otros para que lo hagan a favor. Lo primero está bien para la Corte, pero lo segundo está mal. 

Uribe pidió ser oído en versión libre, pero no se le concedió. Pero sí lo llaman a indagatoria por hechos más recientes que también involucran manipulación de testigos, esta vez al señor Monsalve, quien, luego de instalarse un reloj grabador en la muñeca, se dedica, en compañía de su abogado, a regar todo tipo de rumores de que va a cambiar su testimonio a favor de Uribe para provocar que abogados y amigos de los círculos uribistas vayan a la cárcel a tocar el tema, con lo cual preconstituyen pruebas que le sugieren a la Corte que Uribe siguió en las mismas y que hay que indagatoriarlo de inmediato. 

Políticamente, la Corte dejó el país patas arriba. Y lo más raro es la oportunidad para hacerlo. Porque por causa de una nueva figura constitucional, la de la doble instancia de aforados, Uribe tiene derecho a que su proceso lo instruyan y lo fallen en una nueva sala de la Corte que sería de primera instancia, con nueve nuevos magistrados que la propia Corte tiene que nombrar. Allá deberá llegar de todas maneras el proceso contra Uribe. ¿Por qué no esperaron a que la misma Corte cumpla su función de crear la sala que será el juez natural de Uribe, en lugar de tomar una medida tan afanada decretada por una sala que no lo es? 

Pero, sobre todo, es una medida previamente filtrada. Dos días antes de que se tomara la decisión, un medio de comunicación había anunciado el domingo lo que solo ocurriría el martes. Las pruebas también andan furtivamente filtradas por ahí. 

Por eso, esta Corte política, cartelizada y filtradora no ha logrado recuperar la confianza de la ciudadanía.

Entre tanto… Y que el presidente Santos también deje el afán, porque lo que no se hizo en ocho años queda chagüeto cuando se hace en ocho días.

lunes, 9 de julio de 2018

Los lideres sociales en medio de la polarización / Por Emerson Grajales Usma.


Los líderes sociales en medio de la polarización
Por Emerson Grajales Usma*

La repetitiva noticia casi a diario del asesinato de un “líder social”, tiene al país en medio de la confusión más profunda, menos al gobierno de Juan Manuel Santos, que anda tranquilo porque es en últimas quien sabe de dónde le llegan las balas a la humanidad de cada víctima pero que no habla porque esa tragedia nacional, le ha servido para que sus amigos, que lógicamente no son los mismo del expte Álvaro Uribe Vélez, sigan galopando equívocamente sobre una macabra tesis según la cual, el único responsable de esas muertes, es el electo Iván Duque. 

Háganme el favor. Que injusticia.

Los mismos organismos de seguridad del Estado, que son timoneados por el Presidente Santos, han dicho que las víctimas tienen antecedentes judiciales, unos; y otros que, según los organismos secretos, pertenecen a grupos emergentes.

Creería uno, que esta versión oficial, cortaría de tajo, cualquier insinuación maligna en especial, aquellas que vienen minadas de ciertos personajes que en su mayoría han tenido una turbia vida en su pasado hasta no hace muchas calendas, y que ahora quieren venir a posar de impolutos y dueños de la moral.

La polarización, ha llevado al país en general, a pensar que descaradamente se está “jugando” con el dolor ajeno y en especial con el de las familias de los aniquilados por las fuerzas oscuras.

Ahora bien. Que vengan a “descargarle” a Iván Duque, estos hechos sangrientos como si ya se hubiera posesionado como Jefe de Estado, deja en el aire un fuerte tufillo que solo apunta a un desespero profundo que los hace actuar como orates cuando no tienen la más mínima capacidad de aceptar su propia derrota.

Petro, me recuerda a un congresista que “quiso” abanderar la deleble campaña como líder de la protección animal. Preciso en el momento en que almorzábamos en el centro de Bogotá, le entró una llamada de una reconocida cadena radial. Le hicieron una pregunta al otro lado de la línea, y airadamente respondió: “No podemos los colombianos seguir de observadores cómo sacrifican injustamente un animal y sin que nadie diga una sola palabra de manera indolente”.

De lo que el Congresista no se percató, fue que estaba aceptando la entrevista desde un reconocido restaurante de pollos, sobre la carrera séptima con calle 25. En lo personal, esa entrevista estaba colmada de hipocresía y doble moral. A través de la línea, decía estar disgustado por semejante “crimen” animal.

Así, o muy semejante, ha sido la posición de Gustavo Petro, con el crimen de los líderes sociales. No se atreven a investigar, solo se arrastran  como sapos para buscar culpables, y sólo han encontrado uno, al titular entrante de la Casa de Nariño, Iván Duque. Y llamar la atención con posiciones incendiarias para luego salir del país a observar de primera mano el tour de Francia; no solo despierta indignación en sus seguidores quienes han visto en el ex guerrillero una farsa cuando posa de socialista pero actúa como capitalista.

No podemos permitir que quienes hayan llevado al país por un rio de sangre por más de cinco décadas, vengan ahora a posar de adalides de los Derechos Humanos y de la violación al Derecho Internacional Humanitario.

Convocar a una “velatón” para pedir respeto por la vida, en especial de los niños, como se observó hace poco con una multitud de excombatientes de las Farc y en cabeza de su más exponente criminal como lo es Timoleón Jiménez, alias “Timochenko”; es algo más que burlesco. Es eco de cobardía y espeso cinismo.

Nadie, en absoluto, con diferencia al gobierno; conocemos a ciencia cierta quien o quienes están detrás de estos homicidios. De lo que si estamos claros, es que en absoluto tiene que ver quien hasta el 7 de agosto se posesionará como Presidente de Colombia. Desde esa fecha, Iván Duque, asumirá todas las responsabilidades habidas y por haber, sobre el acontecer diario del país.

*Asesor y consultor

@Grajalesluise

sábado, 7 de julio de 2018

Explosivas grabaciones entre Juan Manuel Santos y Roberto Prieto por Ode...

"El vacío que nos deja Mauricio Vega Lemus" Columna de Emerson Grajales Usma*

El vacío que nos deja Mauricio Vega Lemus

PorEmerson Grajales Usma*


Hablar de Sergio Mauricio Vega Lemus, es bien difícil en especial para quien escribe está columna. Y lo digo porque ambos, muy a pesar de nuestra amistad desde que militábamos bajo las toldas del honroso Partido Conservador, a muy temprana edad; nos perdíamos del “panorama”, él en busca de su futuro y yo advirtiendo el mío.  

Recientemente, me encontraba en un restaurante al norte de Bogotá, coincidí con un amigo que había viajado desde Pereira, se acercó a la mesa en dónde me encontraba cenando con dos congresistas; lo salude y como pregunta, casi siempre cotidiana, le dije: “¿Que ha pasado por mi Pereira?” me respondió muy jocosamente. “Aparte de la renuncia de Mauricio Vega, a la Cámara de Comercio, nada más trascendental”. Mi reacción no pudo ser más evidente. Me puse de pie y le dije: “Es verdad o me estás charlando”. Me confirmo que hablaba en serio. Seguidamente lo despedí y en un abrir y cerrar de ojos, resulté nuevamente sentado. Uno de los contertulios, me preguntó que quien había renunciado, a lo que le respondí, que el Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Pereira pero que no negaba que la noticia me impactó.

Y lógico que tenía que impactarme. Para mí era muy difícil creerlo pero el “diablillo” al que para escudarnos llamamos “mente rápida”, me comenzó a botar una cadenilla de cábalas, que yo mismo hacia que me aterrizara. Llegué a pensar que iba a aspirar a la Alcaldía de Pereira; pero recordé que alguna vez en un club de la capital de Risaralda, me dijo que la política, ya no era su horizonte.

Descartado ese tema.

También el “diablillo” me botó otra conjetura. Que vendría a Bogotá a un alto cargo en la entrante regencia de Iván Duque, pero volví a colocar el “polo a tierra” y recordé que Mauricio, estaba muy comprometido con el actual y moribundo gobierno de Juan Manuel Santos. No obstante, fue “designado” a un viceministerio.

Lo que sí logré tener claro, es que con la salida de Mauricio Vega Lemus, de la Presidencia Ejecutiva de la Cámara de Comercio de Pereira, la ciudad estará a la suerte de quien llegue como su sucesor. Y lo digo por las mega obras que este joven y bien modoso hombre le deja a la ciudad como parte del inventario de sus muchos logros.

Hablar de sus ancestros es quizás más exquisito, antes que de sus ejecutorias.

Hijo de una familia bien conformada con insondables principios. Sus Padres don Alberto Vega y la Matrona María Teresa Lemus; son los responsables de haber traído a Sergio Mauricio a este mundo, cuyo cielo tutelar de la hermosa “Perla del Otún” fue testigo fiel de su llegada.
Con una educación en derecho, de la capitalina Universidad Javeriana. Su bachiller, lo hizo en el reservado colegio Calasanz de Pereira, luego de haber realizado estudios primarios en el San Juan Bosco de la misma ciudad.

Hoy, su nombre está encumbrado como eco a sus obras, a sus grandes obras.

Mauricio, le deja a la ciudad el primero y mejor Centro de Convenciones y Exposiciones “Expofuturo” del que se tenga conocimiento tal vez en América Latina.

Deja la Cámara de Comercio de Pereira en primer lugar de todas a nivel nacional con la certificación del Banco Interamericano de Desarrollo -BID y el Banco Mundial. Con altos estándares en calidad y materia financiera. Pero no me equivoco, cuando digo que le dejará a la ciudad, a la región y al país; un ícono del desarrollo con proyección internacional; el World Trade Center. Sin dejar de reconocer que sólo las grandes ciudades del mundo, están reservadas para un centro de esta magnitud. Es algo así, como una imagen del comercio a altas esferas en el universo.

El nuevo reto de Mauricio Vega, es gerenciar  la Autopista del Café desde principios de agosto, sin que ello signifique, que es un cargo al que llega con nombramiento a “dedo”. Vega Lemus, participó en una convocatoria y de ella fue seleccionado por su brillante hoja de vida y su cumulo de experiencia en mega proyectos.

A mi amigo Mauricio, a su esposa María Paulina y a su preciosa Elena, les hago llegar mi profunda felicidad a la vez que a Sergio Mauricio, le deseo el mejor de los éxitos, por el bien de la región, por su propio futuro y por el orgullo de su familia.

*Asesor y Consultor

@Grajalesluise

viernes, 6 de julio de 2018

Mauricio Vega Lemus, un hombre de compromiso social.

Mauricio Vega Lemus, un hombre de compromiso social



Hablar de Mauricio Vega Lemus, es hablar del desarrollo de la ciudad de Pereira y de su paso por la Cámara de Comercio de la capital de Risaralda.
A sus 24 años llegó por primera vez a la entidad gremial por seis años y logró volver a la Presidencia Ejecutiva en el 2012 con una visión más clara de lo que quería para la ciudad.
 Aquí un registro gráfico del joven que transformo la Cámara de Comercio y por ende la ciudad.
Sobre su gestión en la Cámara de Comercio y su llegada a la firma Autopista del café, como su nuevo gerente desde agosto, hablaremos este fin de semana en nuestra línea Editorial.




jueves, 5 de julio de 2018

¡Y ganamos! Ahora sí, "El futuro es de todos" Columna de Emerson Grajales Usma, Exdirector de RESCOLDO


¡Y ganamos! Ahora sí, “El futuro es de todos”

Por Emerson Grajales Usma*


El contundente triunfo de Iván Duque, en la segunda vuelta presidencial frente al candidato de la Colombia Humana, nos permite hacer una reflexión en frio, sobre los resultados.

No es fácil, llegar a un triunfo con un gobierno que constantemente inclinaba su balanza para atajar la legitima aspiración de Iván Duque, con equivocas tesis según las cuales, “Duque es Uribe”. Otra más. “Duque, va a ser el títere de Uribe”.

Y así sucesivamente, con el agravante que desde la Casa de Nariño, se orquestó una cadenilla de ofrecimiento de dadivas para los congresistas que no apoyaran a Duque pero que sí lo hicieran por otro más opcionado para ganarle al candidato del Centro Democrático-CD. Lo duro, es que no trabajaban esa “atajada” por el propio Duque, sino, para frenar al expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, dejando ver sus odios, al contrario de Santos demostrarle gratitud, pero de eso ni poquito conoce el saliente inquilino de la Casa de Nariño.  

Pero los resultados de la primera vuelta, ya nos daba una clara señal, que pese a las triquiñuelas desde el alto gobierno, no hicieron impacto y menos el apoyo que Gustavo Petro, recibió del régimen de la “Venezuela Humana”, para que el candidato del CD fuera “noqueado” en el segundo raund.

Para nadie es un secreto, que ya advertidos por el catastrófico ex alcalde de Bogotá, sobre qué hará una “férrea” oposición; le corresponderá al nuevo Mandatario, cumplir al dedillo, su programa de gobierno que se dio a conocer hasta el último rincón del país. Esto sin contar con que, desde ya se quiere que a Duque lo herede otro del mismo movimiento en el 2022.

La tarea, no es sólo cumplir lo prometido durante la campaña a lo largo y ancho del país. La tarea, consiste en demostrar que el entrante gobierno de Duque, estará alejado de toda insinuación de clientelismo y “mermelada”. Y lo digo por la llegada en paracaídas de otros partidos y movimientos, que muy seguramente estarán en la posesión, con “ponchera” en mano, como es costumbre en las Iglesias. A eso, no se le puede apostar.

El nuevo Mandatario ha dicho repetitivamente que no aceptaba adhesiones con compromisos burocráticos. Eso lo tiene que ratificar desde el inicio de su gobierno.
También ha manifestado, que los Ministros que designe, serán para los cuatro años de su Mandato. También permite, con ese método, que los programas de cada Cartera, se vean interrumpidos o frustrados por el saliente ministro.

Otra tarea que debe cumplir el entrante gobierno, será la de generar confianza inversionista, pues los grandes empresarios de otras Naciones, se habían ahuyentado ante una posible llegada de Gustavo Petro. Pues siempre lo vieron como el lobo que no sólo se quería comer las ovejitas, sino que además, andaba detrás de caperucita roja (léase empresarios nacionales).

En cuanto al proceso de paz que firmó amañadamente el gobierno Santos con las Farc, y en aras de buscar un inmerecido premio, entregó hasta la agenda del Estado a cambio de nada. No es necesario que el Presidente Iván Duque, vuelva trizas los acuerdos, pero sí urge de una revisión de fondo y unos ajustes tan ineludibles, como los que requiere la sospechosa Justicia Especial para la Paz –JEP.

Esperemos pues, que detrás de la llegada del nuevo gobierno del doctor Duque, lleguen las esperanzas y se evidencie la frase que para su campaña acuñó el entonces candidato del Centro Democrático. ¡El Futuro Es De Todos!

*Asesor y consultor

@Grajalesluise

domingo, 27 de mayo de 2018

"El futuro lo marcaremos hoy" Por Emerson Grajales Usma*


El futuro lo marcaremos hoy

Por Emerson Grajales Usma*


La jornada electoral de hoy, debe servirnos como la hoja de ruta, no solo para los venideros cuatro años, sino también, para el futuro inmediato del país y los colombianos.

Nos encontramos en medio de las más insospechadas situaciones de crisis y pánico, no sólo a nivel interno, también con incomodos vecinos que nos tiene casi que en jaque. Caso de Venezuela, del que en Colombia, Gustavo Petro ha querido emular en su nefasto estilo de “gobernar” a la sombra de un impuesto régimen heredado de Hugo Chávez, pero impuesto con más rigidez, por el orate de Nicolás Maduro.

Precisamente, hace ocho días, que Maduro, “convocó” de manera rápida y con un fuerte tufillo, a unas elecciones atípicas a las que sólo se presentó él para luego decir que si la oposición no inscribió candidato, no era su ´problema porque el proceso de elección o reelección estaba socorrido por medidas meramente democráticas. Vaya burla, pero se nos atornillo de nuevo en El Miraflores.

En Colombia, no somos precisamente la excepción. El presidente Juan Manuel Santos, como dijera Fernando Londoño, en su columna que le sirvió de forzado retiro a sus escritos en el sesgado diario El Tiempo. “Son desconcertantes las similitudes entre el itinerario delincuencial de Samper por conseguir la Presidencia de la República y el de Santos para preservarla y sumarle la gloria, la fama, la apoteosis romana que le abrieron a su codicia ilimitada”.

Santos, se les entrego a los mejores postores, a las Farc, y de paso, nos puso a los colombianos en bandeja de plata ante semejante engendro narcoterrorista como los son sus actores Timochenko, Iván Marquez, Jesús Santrich, Pastor Alape, Pablo Catatumbo y toda la recua que encierra lo que hoy, sin vergüenza alguna, el Presidente Santos y los medios de comunicación que hoy sirven de recipiente económico de las arcas del Estado, llaman, líderes políticos.

Vaya desafío social en el que nos puso su majestad desde la Casa de Nariño.
Y ni poner al dedillo, lo develado por las autoridades de Fiscalía, cuando detuvieron a Santrich, con fines de extradición a los Estados Unidos. (Ahí estamos en deuda con el Presidente Trump). Estaba negociando la media “bobadita” de diez toneladas de cocaína que cubrirían el mercado callejero norteamericano.
Y con todas las pruebas, la malnacida JEP, le pudo el palo a la rueda, y la Iglesia católica, que hoy pareciera ser complaciente con el mercado del narcótico, le echa la bendición, guardando en sus otrora “sagrados sitios” al asesino de las Farc.

El de hoy, pues, es un día determinante para el país. No existe candidato alguno, diferente a Iván Duque, que nos pueda ofrecer el restablecimiento de la separación de poderes, ningún candidato que nos pueda mostrar el sendero para retomar la paz con base en justicia y la no impunidad; y no en otro negociado al amparo de los idearios marxistas de los Castro o de Maduro.

Iván Duque, representa confianza, optimismo y sensatez para devolvernos la tranquilidad sobre el espeso colchón de una paz duradera y retirarnos del pánico al que nos lleva al vaivén de una campaña con oscuros recursos como los que ostenta el candidato de la Bogotá Inhumana.  

No vale la pena hablar de las otras cartas de las Farc, porque considero, sería llover sobre mojado a lo que también representa Petro. Me refiero a un De La Calle, máximo inspirador de la burla al país; y menos de Vargas Lleras, quien pese a haber sufrido dos atentados terroristas y conociendo su procedencia; no fue capaz de separarse de la posición de Santos, y terminó confabulado con el crimen, con el fin de buscar llegar al poder, como similitud a Samper y Santos, así tenga aliados con las manos manchadas de sangre.

Por eso hoy debemos marcar la diferencia. El futuro lo marcaremos votando por Iván Duque. 

*Asesor y consultor 
@Grajalesluise

Evocando a Carlos Holmes Trujillo García. Por Emerson Grajales Usma*

  Dos años sin Carlos Holmes Trujillo García Por Emerson Grajales Usma* No es fácil para mí; quien vivió los últimos nueve años de su vi...