El
compadre con orejas de lobo
Por Emerson Grajales Usma*
Triste ver como los intereses económicos prevalecen sobre
los principios de los seres humanos.
Por estos días asistimos a un show mediático y que apunta
a llegar a los estrados judiciales por imputaciones sin cimiento alguno hacia
el gobierno Duque, inclusive. Acusaciones orquestadas por el “impoluto” senador
Roy Barreras, también en contra del padrino de su hijo; el expresidente Álvaro
Uribe Vélez.
El senador del partido de la U, en los últimos días entra
presumiendo del poder que viene captando a través de personas muy cercanas y
hasta en elevado grado de consanguinidad sumando el alto cargo de su esposa en
la Fiscalía General de la Nación. En su más reciente visita (antes de la
cuarentena), que hizo a la norteña localidad de Cartago en el Valle del Cauca,
le dijo a unos amigos suyos que compartían con él en el exclusivo hotel
Mariscal Robledo; que estaba muy feliz por la designación que el nuevo Fiscal
Francisco Barbosa, le había hecho a su esposa y que “eso me da tranquilidad
para bajar las injusticias contra mí”.
Así las cosas, es una apreciación de graves e
inimaginables proporciones si observamos que lo que él (Roy), está conjeturando
es del engrosamiento de sus tentáculos en el poder judicial, por qué ya de
sobra, los tiene en el legislativo.
Y es que Roy Barreras, es un ser sin escrúpulos,
despreciable y que solo nos permite ver con insondable pánico, las orejas del
lobo.
Visitar el Valle del Cauca, y escuchar las atrocidades
que se dicen del desteñido Congresista Barreras, le pone a uno la piel avícola.
Y es que los palpos que posee en el sector salud, le permite hacer y deshacer
lo que se le venga en gana en esta parte del país, hasta llevar a ese sector, a
cuidados intensivos, como ha quedado evidenciado en esta pandemia, donde los
faltantes en los centros médicos, están a la orden del día.
A Pereira llegó Roy Barreras, con el propósito de buscar
adeptos a su reelección al Congreso, y se encontró con un “tempano” al advertir
que en esa ciudad se vociferaba desgarradamente de sus “pilatunas” en
detrimento del erario, en especial el del sector salud. Pero habido de su
capacidad para torcer posturas lógicas, le apostó a sacar del camino a
periodistas y les propuso que aspiraran a cargos por elección popular, hasta el
punto de acompañar la invitación con gruesas sumas de dinero que partieron
desde cincuenta millones de pesos por candidato. Por fortuna, la gente en
Risaralda tiene un 20/20 más definido que el que tristemente poseen los
habitantes del Valle, que como borregos, asisten a las urnas alucinados por el
vil metal que todo lo corrompe, o por una teja o un tamal comprados con dineros
de la salud pública.
No puede ser precisamente el Senador Roy Barreras, quien
venga ahora con elevada dosis de ingratitud a blasfemar del expresidente Álvaro
Uribe Vélez, ni mucho menos de sus dos gobiernos; cuando Roy se valió de esos
periodos para “abastecer” a sus similares mermelados, y hasta llevar su voz al
tenor, para purificar de sobra las aquilatadas obras del entonces Presidente
Uribe.
El pedúnculo de Roy Barreras, no está tan lleno de paja
como si lo está su moral y aun así, se arrima a la hoguera cínicamente; y como
león herido ataca a quien le dio de comer, sin importar que sea su propio
compadre.
*Asesor
y consultor
@Grajalesluise