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jueves, 28 de diciembre de 2017

2017, el año de la corrupción; 2018, el año de la esperanza. Columna de Emerson Grajales Usma*

2017, el año de la corrupción;
        2018, el año de la esperanza

Por Emerson Grajales Usma*

Es evidente que el que agoniza, termina marcado como el año en que Colombia vivió su más trágica historia de corrupción que se haya conocido gracias a la permisividad de un nefasto presidente que en aras de conseguir inviables “herramientas”, jurídicamente hablando, para entregarle el país al terrorismo, se dejó permear por funestos y oportunistas personajillos.

Desde el poder Legislativo pasando por altos funcionarios del Estado, se dio vía libre a estruendosos escándalos de los cuales tuvo pleno conocimiento don Juan Manuel Santos, pero nunca actuó para evitarlos o corregirlos a tiempo. Miremos algunos de los más sonados.

En La Guajira, los inmediatos del Ejecutivo, “asaltaron”, literalmente, la alimentación de los infantes educandos, lo que ha cobrado vidas por desnutrición. Todo ello a cambio de entregarles una pequeña dosis alimentaria a los niños de escasos recursos, para que pudieran tener los avivatos empotrados en el Congreso pertenecientes a la corrupta Unidad Nacional; más ingresos económicos. Aquí, la insondable fractura social, quedó marcada.

Ni que decir del monumental “saqueo” que desde el partido Liberal, le hizo a las arcas del Estado los dos más lindantes de Santos, Humberto De La Calle y Juan Fernando Cristo; cargando a los recursos del Consejo Nacional Electoral, 40 mil millones de pesos, para realizar una innecesaria consulta popular que se pudo cumplir por medio de otros mecanismos más prudentes como recientemente lo hizo el Centro Democrático. Allí, el presidente Santos, guardó silencio cómplice.

Ni que decir de la salud, cada día es menos posible sacarla de cuidados intensivos. La educación en manos de los amigos del gobierno que a cambio de votos, se las dan a su manejo. La desigualdad social, sigue a la par en crecimiento con la corrupción.

Y en cuanto a la desigual negociación del gobierno con el grupo terrorista de las Farc, ya conocemos todo. Santos, nos entregó en bandeja de plata; entregó la agenda del país; convirtió la Constitución y la ley, en una expansiva colcha de retazos. Hoy, los peores criminales que haya tenido Colombia, llegaran al congreso sin haber pasado por la justicia, a cambio de nada. Los mismos protervos han manifestado que no entregaron todas las armas como respuesta a que no tienen, según ellos, garantías a sus vidas, como si nosotros las hubiéramos tenido ante sus perversas actuaciones criminales.

Por fortuna, ante esta cadenilla de actos que han sido nocivos para el país podremos, todos los colombianos, encontrarle una solución en el 2018. Vamos a asistir masivamente a las urnas para que con el voto de castigo, saquemos del congreso a los cómplices del gobierno que no son pocos. Ya no más Benedettis, ya no más Roy Barreras, ya no más hampones que tienen en jaque al Estado desde las dos Cámaras, con la orquestación de este ilegitimo presidente.  

No vamos a permitir que los candidatos del gobierno, lleguen a la presidencia para que Santos, siga su carrera de corrupción en cuerpo ajeno. Aspirantes como Fajardo, De La Calle, Vargas Lleras; representan el continuismo de lo que ha sido este triste 2017.

Con el voto de castigo, vamos a retomar la confianza que teníamos hasta el 2010 y vamos a devolverles a los colombianos la esperanza de vivir en un país mejor, donde las nuevas generaciones tengan las oportunidades que se merecen y donde los entes del gobierno sean impermeables a quienes buscan lucrasen criminalmente de sus arcas.

Los colombianos tenemos una oportunidad única, y esa oportunidad la vamos a hacer efectiva apoyando la aspiración del candidato Iván Duque. Con la consolidación de su llegada al solio de Bolívar, vamos a encontrar desde el 2018, la esperanza de tener un país viable.
*Asesor y consultor
@Grajalesluise

   

viernes, 13 de octubre de 2017

"El país que soñamos" Columna de Emerson Grajales Usma / Ex director RESCOLDO

El país que soñamos

Por Emerson Grajales Usma*

Cuando el entonces ministro de Defensa Juan Manuel Santos, le suplicó al mandatario Álvaro Uribe Vélez, que le diera su aval para aspirar a sucederlo en la Casa de Nariño; el presidente Uribe, accedió basado en que la plataforma política que lo sostuvo como jefe de Estado en dos periodos, sería respetada y honrada por Santos si llegaba al primera cargo del país.

De inmediato se “editó” una campaña basada en que una posible llegada de Juan Manuel Santos, al poder, seguiríamos abrazando la tranquilidad que reinaba por aquellas calendas en gran parte del territorio nacional, en temas de seguridad, empleo e inversión social.

Ese parte de tranquilidad, le permitió a Colombia albergar un sinnúmero de inversionistas extranjeros que vieron en nuestra nación un verdadero paraíso terrenal. También se reactivó la productividad agrícola y ganadera ante el notorio ausentismo de los actos belicosos y desestabilizadores por parte del primer grupo terrorista y criminal como lo ha sido las Farc. Uribe, los tenía sitiados.

Pero, sucedió lo que ya el país conoce y a fondo. Don Juan Manuel Santos, no sólo traicionó a su mentor Álvaro Uribe, sino también a quienes votamos por él luego que hubiéramos sido persuadidos para que lo apoyáramos. Vaya tragedia.

Siempre soñamos con un país colmado de prosperidad, de oportunidades laborales y donde la seguridad democrática abanderada por el hoy senador Uribe, siguiera su rumbo que nos permitía pasearnos a lo largo y ancho de la geografía nacional. Luna de miel que sólo nos duro ocho años.

El nefasto presidente Santos, mal asesorado por el también infausto hermano, Enrique; paralelamente con su inicio en el primer periodo, le dio “rienda suelta” a unos diálogos clandestinos, con el narcoterrorista grupo de las Farc. Pero Santos, el presidente, abordó el campo del engaño desde el mismo inicio de su gobierno, y al conocerse que se adelantaban contactos del Estado a través de terceros con las Farc, salió a los medios de comunicación a desmentir las versiones que sobre ese hecho, había advertido el ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Ahí fue trolla.

Era de esperarse que ante la oportunista actitud de Juan Manuel Santos, la relación tanto política como personal, colapsara entre Santos y su antecesor y mentor Uribe.

Pero, don Juan Manuel, no contento con lo que a espaldas del país estaba haciendo para favorecer al grupo criminal de las Farc, convocó a un plebiscito del que consideró le permitiría “lavarse las manos” y abanderó una campaña para que los colombianos apoyaran los acuerdos gobierno-Farc. El tiro, se le fue a Santos por la culata. Ganó, ampliamente, el NO.

La campaña del NO, cuyos costos fueron registrados muy por debajo de los enormes gastos que asumió el Estado; ganó. La abanderó un puñado de personas que vieron que Santos nos estaba conduciendo al abismo. Lo lamentable, fue que ganamos y en un acto propio de los golpistas; desde el solio de Bolívar, Santos, desconoció el fervor popular que en su gran mayoría, habíamos rechazado ese “negociado” con las Farc, cuyo fuerte tufillo aun se siente.

Pero, los actos golpistas, fueron más allá. El mandatario demostró una vez más su indeleble inclinación por el Castrochavismo, y delimitó, sin sonrojarse en lo más mínimo, los poderes.

Convirtió al legislativo y al judicial, en sus órganos de bolsillo. Se los “puso de ruana” al verse descubierto de poder. Vía Fast Track, “empotró” leyes a la Constituyente, terminando de convertirla en una verdadera colcha de retazos. La Corte, hoy, le dio un duro golpe a la Constitución y la ley, blindó por doce años los acuerdos del gobierno y el grupo criminal y narcoterrorista de las Farc.

La tarea, que no será nada fácil ante los engaños, una chequera a la orden del día y una maquinaria aceitada; hay que asumirla para que en el 2018 retomemos el rumbo del país, las leyes y la constitución.

Ante todo lo ya descrito en esta columna, debemos preservar las esperanzas de que veremos luz al final del túnel. Los candidatos gobiernistas que posan de humildes ovejas, no pueden tener la más mínima esperanza de una oportunidad para que nuestra nación se nos siga destruyendo a pedazos; para que el país siga el indeseado camino del socialismo del siglo XXI, para que se permita claudicar ante los violentos y despreciar a sus víctimas.

El Centro Democrático tiene un aquilatado abanico de precandidatos, todos seis con un cumulo de experiencia y avalados por destacados pergaminos. Los senadores Carolina Guerra, Paloma Valencia e Iván Duque que conjuntamente  con Carlos Holmes Trujillo, Rafael Nieto y con la llegada de Luis Alfredo Ramos; conforman la esperanza para manejar un país en el que todos vivamos en paz y donde la justicia siga predominando por encima de intereses mezquinos que hoy nos imponen.

El país que soñamos, lo podemos alcanzar, pero la palabra la tiene usted a través de las urnas el próximo año.

*Asesor y consultor

@Grajalalesluise

sábado, 26 de agosto de 2017

Visita de los precandidatos del Centro Democrático a Pereira este viernes 25 de agosto de 2017





Con una nutrida asistencia, el Partido político Centro Democrático, realizó este viernes 25 de agosto en la ciudad de Pereira, uno de los foros que la colectividad uribista desarrolla en todo el país. Dicho evento fue precedido por un almuerzo privado con empresarios de la región. Aquí una reseña gráfica de lo que fue el magno evento al que asistieron los precandidatos Carolina Guerra, Paloma Valencia, Rafael Nieto Loaiza y Carlos Homes Trujillo. La orientación de la asamblea democrática estuvo a cargo del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez.





domingo, 30 de julio de 2017

Viterbo, Caldas; “capital” del turismo, columna de Emerson Grajales Usma. Fundador y 1r. director de RESCOLDO

Viterbo, Caldas; “capital” del turismo
Por Emerson Grajales Usma*

En abril, visité la caldense localidad de Viterbo, en el marco de la semana Santa. Estuvo colmado de visitantes y también allí confluyeron sus hijos que por disímiles razones, se han trasladado a vivir a otras ciudades o países.

En diferentes charlas, durante mi breve estadía, con propios y extraños; llegamos a coincidir en que el hermoso municipio se podría considerar como la “capital” del turismo en el eje cafetero, y porque no, también del occidente colombiano.

Viterbo, cuenta con un número importante de condominios vacacionales; la mejor topografía de entre sus similares de la región y un rio que lo baña y que corre en sentido contrario (norte a sur). Sus amplias calles son el fiel reflejo de la hospitalidad de sus gentes. Mujeres que con su belleza lo engalanan y una proyección de desarrollo propia de su gente pujante.

Su ubicación, apenas perfecta le permite estar a tan sólo 45 minutos del aeropuerto internacional Matecaña, situado en la ciudad de Pereira.

Muy a pesar de pertenecer en la división político-administrativa a Caldas, el departamento de Risaralda le ha servido a sus habitantes de fuente de empleo inmediato. No obstante, el municipio posee dos empresas transportadoras con frecuencias de 30 minutos en su servicio de pasajeros en la ruta Viterbo, Pereira y viceversa; ya que el flujo humano, les permite mantener las frecuencias.

Con sus cerca de 19 mil habitantes, Viterbo le ha aportado con su material humano y  sus tierras, apoyo a la producción cañera que abastece al Ingenio de Risaralda, empresa esta, también una gran fuente de empleo.

No es extraño ver durante los puentes festivos, un rio humano que adorna sus calles y colman sus sitios nocturnos, que dicho sea de paso, no son pocos. Considerado la “luz de Caldas” Viterbo, vive hoy la mejor de sus épocas. Ya han pasado  cerca de 7 años y sus registros de mortalidad, sólo se aferran al deterioro natural de sus gentes o por muertes repentinas. De ahí, que el gobierno departamental, haya optado por disminuir el número de efectivos de la policía. Los aciagos días de violencia, ya son sólo indeseables historias del pasado.

El fastuoso municipio, se ha caracterizado por ser cuna de destacados grupos musicales y grandes voces como la del tristemente desaparecido Samuel Gonzales, quien fue el primer artista del subrayado caserío en llegar a la pantalla chica, cuando apenas se podía observar a blanco y negro la caja mágica. Evelio Diossa, una voz que se quedó en la memoria no sólo de los viterbeños, también de los espectadores de las ciudades a las que pudo llegar con su tenor voz. Y ni que decir del grupo Los Celestes cuya presencia en el pentagrama musical, quedó el registro de temas como Adoración en la voz del también desaparecido Conrado Loaiza, integrante del aquilatado grupo.

Otros no menos importantes, figuraron de manera copiosa y destacada en los registros musicales como Los Tucanes, grupo al que tuve el privilegio de prestar mis servicios como su presentador oficial, cuando hacia mis primeros “pinos” para luego incursionar en los medios de comunicación tanto regional como nacional.

Hablar de Viterbo, es un tema que no solo me apasiona, también me traslada al más elevado grado de éxtasis; pues bajo su cielo tutelar, tuve el privilegio de hacer mis estudios primarios y parte de los secundarios, luego que mis padres me trasladaran desde Palmira, ciudad donde tuve la prerrogativa de nacer.

Extender o permitir que este escrito sirva como medio de invitación o publicitario para atraer más presencia de turistas al destacado municipio, sería ingenuo de mi parte ya que por sí sólo Viterbo, es una localidad de la que se desprende un mágico ambiente carismático.  

Sobradas razones, tiene el municipio para que pueda recibir el renombre de “Viterbo, Caldas; “capital” del turismo”.

*Asesor y Consultor

@Grajalesluise 

lunes, 24 de julio de 2017

"La nostalgía del fango" Columna de Emerson Grajales Usma, exdirector de RESCOLDO.

“La nostalgia del fango”

Por Emerson Grajales Usma*

Este domingo, leí una columna a vuelo de pájaro de un “periodista” cuyo nombre me niego a recordar, y me encontré con una frase en dicho escrito que algún día había observado en la ciudad luz, Paris; en uno de mis viajes que hacía desde Londres. La frase decía “La nostalgie de la boue” (La nostalgia del fango).

Y, hoy quiero rebatirla porque concluyo que viene al tema sobre el cual me voy a referir, en medio de los aturdidos trinos a los que “obligadamente” nos han puesto en circulación en la ya moribunda red social de twitter. Y esto a raíz de un enfrentamiento entre el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y el periodista Daniel Samper Ospina, sobre un tema que no citaré porque es ya de público y amplio conocimiento.

El primero, fue el actor principal, mientras el segundo hizo el papel antagónico, y buscó como “cuadrilla” a un puñado de periodistas, en su mayoría del “anillo de seguridad” del presidente Juan Manuel Santos. Hasta una fundación que actúa de manera amañada y clasificando a los periodistas, no se apartó del tema y posó como defensor del cuestionado editor.

Esos mismos periodistas, son quienes han omitido de publicar los enormes daños que el sedicente “Presidente” Santos, le ha hecho y le está haciendo a nuestro país.
Un gobernante que ha enlodado de manera vertiginosa la imagen de Colombia y dicho sea de paso, también la de su apellido Santos, que heredó de su padre, un hombre probo, pero que de eso si no tuvo la indeleble capacidad el nefasto presidente de beneficiarse. Santos, nos ha paseado por los insospechados escenarios a los que solamente él ha acudido como persona. Es sinuoso, mentiroso, tramposo, calumniador y un centenar de etcéteras, etcéteras.

Con sobrada razón, y sin querer queriendo, Santos develo su posición con una frase apenas acomodada al inquilino de la Casa de Nariño: “La lucha por el poder político, saca a relucir lo peor de la condición humana”. Tal cual.

A todo lo anterior, que pareciera apenas justo para una nación colmada en un sinnúmero de problemas y faltantes, hay que sumarle la triste llegada al poder, por vía rápida y sin pagar “peaje” de los verdugos de nosotros los colombianos; los “intocables” terroristas de las Farc. A estos patibularios, el aciago gobierno de Juan Manuel Santos, les acondicionó, no una justicia especial para la paz, sino; un arma especial para la venganza contra la oposición. Sobre este tema de la JEP y de estos criminales, me referiré en próxima columna.

El señor Juan Manuel Santos, hoy dueño de un irrisorio 12% de popularidad, cifra que nunca nuestro país había registrado en gobernante alguno; cree que con sus macabros actos, logrará sostener el poder en cuerpo ajeno en el 2018.

Pueda que en las actuales calendas, no veamos el siniestro que este gobierno cínico y torturador le está haciendo al país; pero muy seguramente, los reflejos serán evidentes en corto tiempo. Para entonces Santos, con sus holgazanes que se cuentan entre sus hijos y amigotes, estarán fuera del país porque como reza aquel ya añejo adagio: “Cuando el barco se hunde, las ratas saltan”.

Tanto con el legislativo, cuyos miembros llaman muy acertadamente “la oficina”, como queriendo emular a la criminal de Envigado, y el amotinado Presidente Santos, nos tienen hoy por hoy, en el fango.

*Asesor y consultor

@Grajalesluise

¿Paz territorial? Columna del ex alcalde Jaime Castro

¿Paz territorial?
Por Jaime Casto*

Como siempre hemos tenido más territorio que Estado, los actores ilegales del conflicto y formas múltiples de delincuencia común sentaron sus reales en las tierras de nadie (no man’s land) en las que el Estado no ha logrado ejercer su autoridad ni asegurar la prestación de los servicios por los que debe responder. 

Ese abandono territorial, acompañado de desamparo social, sirvió de campo propicio para los desarrollos del conflicto.


Superar esas dos graves situaciones, lo advirtió Sergio Jaramillo, consejero presidencial y negociador del Acuerdo Final, exige que “la paz eche raíz y se instale en las regiones”, “construir institucionalidad en el territorio”, contar con “el liderazgo de alcaldes y gobernadores, que será fundamental” y cambiar el modelo que tenemos para llevar el Estado a la provincia apartada porque “se quedó sin aire”. 

Pero tan claro diagnóstico no coincide con las decisiones del Gobierno y el Congreso, tal vez porque en este caso también pasa lo que Moisés Wasserman anota para el ejercicio de otros destinos públicos: “Uno debe tener claro a dónde quiere llegar, idealmente, y hasta dónde puede”. Olvidaron que la paz territorial ofrecida por las instancias oficiales requiere, por lo menos, que el Estado asuma el control real de los territorios que estuvieron en poder de las Farc y que la administración de esos territorios sea producto de la vigencia plena de transparente institucionalidad democrática. Nada de ello está ocurriendo, infortunadamente.

Durante décadas, las Farc fueron ‘autoridad única’ en los territorios que sometieron a sus dictámenes. Repetidamente se dijo que, gracias al proceso de paz, el Estado los ocuparía y ejercería en ellos sus atribuciones, particularmente la relacionada con la seguridad individual y colectiva de sus habitantes, pero lo que se sabe es que el control de dichos territorios lo disputan, en cruenta lucha, disidentes de las Farc, Eln, ‘bacrim’, ‘clan del Golfo’ y minería ilegal, porque no hubo estrategia que llenara el vacío que dejaron los antiguos rebeldes en espacios que, además, son rutas del narcotráfico.

Como se trata de regiones afectadas por el conflicto que viven condiciones lamentables de pobreza y hasta de miseria, el Gobierno seleccionó los 170 municipios más necesitados y urgidos, por ejemplo, por la presencia de cultivos ilícitos y otras economías ilegítimas, y anunció para ellos 16 Planes Decenales de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). La ejecución de tales planes, que todavía no se sabe cuánto cuestan ni cómo se financiarán, queda condicionada, en buena medida, a la eficaz gestión de municipios y departamentos, que, en esas regiones, son la única presencia del Estado, porque para estos efectos no cuenta actividad de los ministerios u otras autoridades nacionales. Poco o nada se puede esperar de la gestión de administraciones municipales y departamentales que tienen como “obstáculos enormes la corrupción, el clientelismo y las redes de los intereses del crimen organizado” (Sergio Jaramillo). 

Esta situación solo se puede remediar cambiando las gastadas y manoseadas reglas de juego vigentes para acceder al poder a nivel regional y local, para ejercerlo y para controlarlo, pero no usaron el fast track ni las facultades de la ley habilitante para hacerlo por razón elemental: como situaciones comparables se viven en el resto del país y de ellas se beneficia la clase política con asiento en el Congreso, el Gobierno no promueve iniciativas contrarias a los intereses político-electorales de senadores y representantes, porque pierde las mayorías que lo respaldan en las cámaras.

Los retos del conflicto deben ser asumidos por los próximos gobiernos. Sin embargo, ninguno de los aspirantes presidenciales ha dicho cómo manejaría los dos aquí resumidos.

*Ex Alcalde de Bogotá

viernes, 21 de julio de 2017

Palabras del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez en la instalación de la nueva legislatura del Congreso de la República. Julio 20 de 2017
Texto de la intervención del expresidente y senador, Álvaro Uribe Vélez, durante la sesión plenaria de este inicio de sesiones del Congreso de la República.

“Muchas gracias señor Presidente.
Mis compañeros, los senadores María del Rosario Guerra, Paloma Valencia e Iván Duque, se han referido a muchos de los temas que preocupan al Centro Democrático.
En el tema de la Farc déjenme hacer estas referencias:
Primero. Nos extraña mucho, nos parece un precedente muy peligroso para Colombia que el acuerdo con un grupo terrorista, el Gobierno lo eleve a la categoría de acuerdo con un Estado.
Segundo. El desarme. Que ha habido entrega de armas, es cierto, nadie lo desconoce, pero desarme total no hay.
Naciones Unidas ha llegado a 90 caletas escondrijos de las armas, primero se habló de 400, después de 900. Las Fuerzas Armadas recientemente explicaron que en los años del diálogo, las Farc adquirió por narcotráfico entre 4 mil y 8 mil fusiles. ¿Dónde están?
Además dijeron las Fuerzas Armadas que la organización terrorista tenía cuatro armas por cada guerrillero y entregaron 7 mil 132. ¿A dónde están los proyectiles tierra-aire que han denunciado las Fuerzas Armadas y personas que han salido de las Farc? No hay desarme total señor Presidente.
A nosotros nos parece de la mayor delicadeza lo que ha pasado con los decretos del Gobierno, como el decreto que le permite a las Farc utilizar dineros del narcotráfico para el ejercicio de la actividad política.
Se refirieron mis compañeros al tema del narcotráfico, voy a hacer esta adición: anda el Gobierno diciendo que en la zonas de Farc ya ha venido reduciéndose el narcotráfico, el Pacífico con una gran presencia del narcotráfico de las Farc, sigue siendo un epicentro de narcotráfico, y lo sigue siendo Tumaco, y lo sigue siendo el Putumayo, y lo sigue siendo el Catatumbo, y lo sigue siendo el norte de mi departamento.
¿Y qué pasa señor Presidente que en el Nudo de Paramillo las Farc siguen produciendo droga y la exporta por el Golfo de Urabá y por la costa cordobesa a través de una bacrim?
Y el crecimiento de la drogadicción en las ciudades colombianas, el riesgo para nuestros jóvenes.
Y déjeme referir a unos temas de la economía, sin repetir los que ya refirieron mis compañeros. Por ejemplo, el tema de la formación bruta de capital, que es lo que finalmente nos dice si una economía está agregando capacidad productiva o no; cayó el año pasado y ha caído en este principio de año. Según el Business Insider del Reino Unido, Colombia es la cuarta economía del mundo con más impuestos; ya se refirieron mis compañeros a cómo ha caído la inversión, cómo ha caído el consumo, la industria, el comercio, y déjeme dar estas dos cifras del Gobierno en materia de pobreza: veníamos reduciendo la pobreza, pero ya en el 2016 Colombia aumentó la pobreza en 229 mil personas y la pobreza extrema en 285 mil personas.
Y déjeme hacer una referencia al petróleo. ¿Sabe qué ocurrió en el gobierno nuestro? Nosotros subimos de millón quinientos mil barriles de reservas a dos millones 50 mil; estamos en lo mismo que teníamos en 2002: millón 550 mil millones de reservas. Y el país no busca petróleo, en mayo llevábamos explorados 25 pozos cuando el país había llegado a explorar 130, 133 pozos. ¿Y quién se gastó la bonanza?
Honorables senadores, el gobierno nuestro tuvo ingresos para el Estado del 1,4 de origen petrolero, este Gobierno llegó a tenerlos casi del 3,5 del PIB. Este Gobierno derrochó la bonanza petrolera, nos va dejar para al país con un grave problema de escasez de petróleo.
La senadora Guerra se refirió al tema del endeudamiento, grave cuando se le mira el crecimiento en el Gobierno Nacional central y cuando se le mira en el sector público consolidado.
¿Y qué decir del tema de las vías? Yo recuerdo nuestro último contrato en Nariño fue de 820 mil millones y el gobierno Santos abandonó, por ejemplo, las vías del Chocó y no ha sido capaz de sustituir a Odebrecht y de poner a funcionar la vía Bogotá – Santa Marta.
Y encuentra uno problemas muy graves, por ejemplo, nosotros dejamos la concesión de Bucaramanga hacía El Alto y la concesión de Cúcuta hacía Pamplona para que se encontraran. Este Gobierno las paralizó, solamente ahora las revive.
Se le olvidó a este Gobierno San Andrés, lo va a dejar en el olvido.
Se robaron la salud con Caprecom y en la liquidación de Saludcoop.
Uno de los proyectos que presentamos nosotros hoy, señor Presidente, es para que haya transparencia, no haya intermediarios en las compras, en los negocios, en los acuerdos de la salud. Y otro, señores senadores, para que el dinero de las Farc tenga que ir exclusivamente a la reparación de las víctimas.
Señor Presidente, usted que es un buen amigo del Presidente de la República, le ruego llevarle de mi parte este mensaje: yo estoy muy avergonzado, dígale que le pido perdón porque a él lo tuvo que elegir en el 2010 el gobierno que había convertido al país en la oveja negra. Discúlpeme con él, es una vergüenza que al presidente Santos lo haya tenido que elegir ese gobierno que yo presidí, que era el gobierno de la oveja negra.
Gracias señor Presidente”.

Intervención del expresidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez, en el Congreso de la República. Julio 20 de 2017

sábado, 1 de julio de 2017

Precandidato Carlos Holmes Trujillo en gráficas

El precandidato Carlos Holmes Trujillo García, es sin duda alguna, uno de los hombres más grandes que tiene el país; es todo un Estadista que el pueblo colombiano no puede privarse de llevarlo al Solio de Bolívar.
Aquí dejamos un registro fotográfico de su vida pública. (Fotos archivo)





















Columna de Emerson Grajales Usma* /Exdirector y fundador de RESCOLDO COLOMBIA

El ratón cuidando el queso
Por Emerson Grajales Usma*

El primero de noviembre de 2013, el actual presidente de Colombia Juan Manuel Santos, dijo desde Barrancabermeja que “en su gobierno ningún alto funcionario ha sido señalado por actos de corrupción, “no como en otros gobiernos de los que terminó la mitad en la cárcel””.

Con estas palabras se despachó contra los dos gobiernos de Uribe, curiosamente, de los mismos de los que el presidente Santos, hizo parte con desbordado poder. Su apreciación fue hecha en medio de la inauguración del primer Plan Municipal de Superación de la Pobreza Extrema. 

Desde aquella fecha, han transcurrido tres años y siete meses.

Para redactar estas líneas, pedí a los organismos de control como ciudadano natural en uso de mis facultades en derecho de petición; cuales funcionarios del gobierno de Juan Manuel Santos, han sido sancionados o están investigados por actos de corrupción en sus dos cuestionadas gestiones. Me encontré con una lista larga tanto de la Procuraduría como de la Contraloría General de la Nación.

En mi investigación averigüe el por qué no ha salido fallo alguno cuando varias investigaciones están bien avanzadas y existen indicios serios para ser llamados a indagatoria y fallar en derecho, la respuesta fue apenas normal; “estamos hablando de altos funcionarios, muchos de ellos, que son intocables según instrucciones de la presidencia”. Así, difícil de evidenciar si hay o no corrupción en el anterior y actual mandato de Ejecutivo de marras.

Pero cuarenta y tres meses después, los hechos de corrupción y sus actores principales y de reparto, se empezaron a caer por su propio peso, luego    que el presidente Santos, a todo pulmón, abriera sus fauces en cada escenario para “mostrar” que en sus dos gobiernos ha tenido solo funcionarios impolutos. Ya estamos acostumbrados a sus engaños, como lo dijo el mismo presidente a su otrora escudero Pinzón “la lucha por el poder saca lo peor de la condición humana”.

En la última semana de junio, una noticia sorprendió al país, precisamente cuando todavía no pasábamos las mentiras emitidas desde el circo que Santos conjuntamente con la agrupación narcoterrorista de las Farc y con la complicidad y complacencia de la ONU, montaron en Mesetas, Meta; para que el grupo criminal efectuara la “entrega total” de su equipo bélico. Cosa que no fue así, y cuyo tema me da para otra columna inmediata.

El Director (Zar) de anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación, Gustavo Moreno, fue nombrado el 6 de octubre directamente por el fiscal Néstor Humberto Martínez, y pese a ocupar uno de los cargos más importantes del ente acusador, su nombre habría aparecido menos de un mes después asociado a la exigencia de una coima, ya fue capturado por sus subalternos por actos de corrupción dentro de la misma entidad.  Válgame Dios.  

Moreno, quien recibió dadivas en gruesas sumas de dinero como resultado de un cohecho, por US$ 10.000 como anticipo a una exigencia de $500 millones de pesos; se convierte en el alto funcionario del “impecable” gobierno de Juan Manuel Santos, en ser extraditado por el delito de corrupción. Una Corte del Distrito Sur de La Florida lo solicitó por conspiración para lavar activos con fines de soborno extranjero y para su captura en cualquier parte del mundo emitió una circular roja de Interpol.

Caben ahora tres preguntas. ¿Qué opina don Juan Manuel Santos, luego que hoy el país le aplica aquella máxima ya de antaño según la cual “el pez muere por su propia boca”? ¿Para cuándo se producirá la renuncia de quien fue el nominador directo de Gustavo Moreno, en este caso, del Fiscal General Néstor Humberto Martínez? Y una última. ¿Cuándo los entes de control fallarán los expedientes que reposan en el “cementerio” de la impunidad, actitud de la que ya el gobierno Santos, nos tiene acostumbrados?  

Es lamentable pues, que el Fiscal Néstor Humberto Martínez, tardío en su dimisión, hubiera nombrado en un cargo de tanta responsabilidad a una persona sobre la cual existían cuestionamientos serios y sólidos, como quien dice; dejó al ratón cuidando el queso.

*Asesor y Consultor

@Grajalesluise

Columna de Juan Lozano/ en réplica

Una sola voz contra el terrorismo

Por Juan Lozano*

En tiempos de la arremetida salvaje de Pablo Escobar y los extraditables contra la sociedad colombiana, durante la cual explotaron aviones en vuelo, edificios del Gobierno y centros comerciales, el Estado sabía quiénes estaban detrás de esa ofensiva y qué perseguían. “Preferimos una tumba en Colombia a una cárcel en Estados Unidos”, repetían tras cada acción terrorista, con el propósito de arrodillar al país.
No sucede lo mismo hoy. En medio de este difícil entorno, con un complejo proceso de paz en implementación, con una mesa en entredicho con el Eln, con un ‘cartel del Golfo’ muy activo, con una destructiva polarización política, con nacientes grupos armados, con un Gobierno profundamente debilitado y con el sol a las espaldas, no es claro quiénes son los responsables del atentado, cruel y cobarde, del centro Andino.
En el momento de escribir esta columna, ni el Eln, ni el ‘clan del Golfo’, ni el MRP, ni las autodefensas gaitanistas, ni las disidencias de las Farc ni banda alguna de los neoextraditables –hoy particularmente nerviosos tras el endurecimiento de Estados Unidos en materia de narcotráfico en la era Trump– se han atribuido la autoría del atentado. En sus declaraciones del domingo al mediodía, el presidente Santos mencionó que se manejan tres hipótesis distintas sobre la autoría criminal, al tiempo que advertía que no las mencionaría para no obstaculizar ni afectar la investigación.
Por eso resulta tan delirante y doloroso lo que empezó a ocurrir tras el estallido en las redes sociales y se trasladó luego a otros escenarios: una proliferación de mensajes brutales de algunos santistas contra Uribe, de algunos opositores contra Santos, de algunos petristas contra Peñalosa, de algunos peñalosistas contra Petro, todos contra todos, algunos de la izquierda contra la derecha, algunos de la derecha contra la izquierda, en fin.
“Por sus trinos los conoceréis” dijo bien Carlos Duque, y agregó: “Explota un petardo mortal en un baño y se revientan las cañerías en las redes”. Cada uno es libre de pensar lo que quiera y de decir lo que quiera. Lo que sorprende es que parte de lo que pretenden los terroristas es precisamente eso. Sembrar el caos y la confusión. Que no solo exploten los baños, sino la sociedad. Que la perplejidad se traduzca en amedrentamiento, pánico y, por ende, miedo y debilidad.
Los únicos ganadores de esa guerra de memes crueles, de fotos improcedentes, de acusaciones irresponsables, de trinos envenenados, de insultos ponzoñosos y de todas las manifestaciones posteriores, incluso fuera de las redes sociales, son los mismos terroristas, que logran evitar un consenso integral, contundente y definitivo contra sus métodos en todos los estamentos de la sociedad, de manera que en vez de estar todos unidos rechazando el terrorismo, estén convirtiendo en cuadrilátero de mezquindades las muertes dolorosas de Ana María Gutiérrez, Leidy Paola Jaimes y la francesa Julie Huynh, quien prestaba un generoso servicio social en nuestro país.
Si la sociedad no está monolíticamente unida para rechazar, enfrentar, combatir, prevenir y derrotar el terrorismo, este, venga de donde venga, se abre camino. Nada lo justifica. Nada lo atenúa. Nada lo hace tolerable. No importa quién ponga la bomba para que se deba proceder a rechazarlo con firmeza desde todas las toldas y a exigir su identificación y captura inmediatas.
No hay terroristas buenos. No hay terrorismo altruista. No hay terrorismo justificable. Y mucho menos cuando actúan con la cobardía, premeditación y precisión que quedaron en evidencia luego de dejar el artefacto explosivo en un baño de mujeres, usualmente, además, frecuentado por pequeños niños con sus mamás e incluso por bebés a los que sus madres amorosas cambian el pañal.
*Exministro

martes, 30 de mayo de 2017

!Patos al agua! Columna de Emerson Grajales Usma / Fundador y primer director de RESCOLDO


¡Patos al agua!
Por Emerson Grajales Usma*
Todas las candidaturas, sin excepción alguna, deben estar colmadas de plenas garantías en todos los escenarios, incluyendo el de sus propios partidos.
Pero en este caso, me voy a referir únicamente a los aspirantes de mi partido, los del Centro Democrático- CD.
Cuatro aspirantes, cada uno con igual condición de orientar los destinos de Colombia; cada uno con igual condición de tener amplios conocimientos en los espinosos temas internacionales y cada uno con un cumulo de pergaminos que les permite llegar al Solio de Bolívar.
No puedo referirme a la hoja de vida de nuestros ponderados por el espacio reducido del que disponemos, pero si quiero dejar entrever, mínimamente, sus cualidades.
La de Rafael Nieto Loaiza, un juicioso jurista que se desempeñó con lujo de detalles como viceministro de Justicia; es una candidatura que ha logrado acaparar la atención del pueblo colombiano, basada en sus amplios conocimientos sobre lo que puede pasar con la JEP (Jurisdicción Especial de Paz)
La de Carolina Guerra, viene de ser ministra del gobierno de Álvaro Uribe Vélez; destacada economista y actual senadora de la República por el partido CD. Es una candidata que representa con toda dignidad y decoro, la mujer colombiana-
La del también senador Iván Duque; un avezado economista que se ha convertido en fuente de consulta de los ministros de Hacienda de turno. Su candidatura se ha fortalecido desde que el congreso de Colombia lo señaló como el mejor senador del 2016, esto sin contar con su acumulada capacidad intelectual.
Y, la de Carlos Holmes Trujillo; es, sin duda alguna, la candidatura que más simpatía ha despertado de entre los colombianos. Todos, con muy escasas excepciones, lo señalan de ser el aspirante por el CD, que más convoca y el que menos odios despierta por su pausada manera de referirse a temas tan dificultosos como el proceso de paz del gobierno Santos con la agrupación narcoterrorista de las Farc, sin caer en el campo de simpatizante con el odioso proceso. No obstante, sus cargos de alta responsabilidad, le han permitido demostrar y ratificar su constante posición incluyente. Es más un conciliador.
Pero los casos de los precandidatos Rafael Nieto y Carlos Holmes Trujillo, son los más preocupantes. Pues estas dos precandidaturas, no han podido encontrar el apoyo adecuado a sus aspiraciones por parte de los medios de comunicación; caso contrario lo que si sucede con los senadores Carolina Guerra e Iván Duque. Pero es apenas entendible; estos dos últimos aún cuentan con sus curules lo que les permite tanto ser noticia como contar con el apoyo de los medios de comunicación, incluyendo el privado canal del Congreso.
Esta, a los ojos de cualquier desprevenido, es una posición muy cómoda para los destacados y respetados congresistas pero muy embarazosa para los aspirantes que buscan el fervor popular desde el pavimento.
He lamentado no poder haber asistido a la segunda convención del Partido Centro Democrático por mis repentinos y copiosos quebrantos  de salud, pero si me hubiera gustado haber participado para reclamar el por qué, los congresistas hoy aspirantes, no han renunciado a sus curules, para que se les dé plena garantía a sus similares aspirantes.
¡Patos al agua!
*Asesor y consultor

@Grajalesluise

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