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viernes, 12 de enero de 2018

IMPACTANTE DISCURSO DE URIBE TIENE PENSANDO A LOS COLOMBIANOS

Los cinco inamovibles del No. Por Alejandro Ordóñez Maldonado* Columna en réplica

Los cinco inamovibles del No
Por Alejandro Ordóñez Maldonado*

La carta estaba dirigida a Iván Duque, pero también al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Estaba dirigida a Marta Lucía Ramírez y al expresidente Andrés Pastrana Arango. Estaba dirigida al Centro Democrático, a las bases conservadoras, a la Colombia creyente, a la Reserva Activa de nuestras Fuerzas Militares y de Policía, a las víctimas de las Farc, a todos aquellos sectores que el 2 de octubre logramos unirnos para derrotar en las urnas a Juan Manuel Santos y sus cómplices... la carta estaba dirigida a toda Colombia.
Y aunque algunos la redujeron a un “intercambio epistolar”, era, mejor, es una carta importante. Su trascendencia no radica en que promueva la socialización de programas de gobierno o la definición de un mecanismo de elección para el candidato único de la coalición del No. Radica en que marca los cinco motivos fundamentales por los que los colombianos salieron a votar el 2 de octubre de 2016, los inamovibles que debe tener el próximo presidente de Colombia si realmente tiene la intención de respetar el mandato ciudadano.
Justicia real y efectiva para los máximos responsables de genocidios, delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra es el primero de ellos. Colombia no quiere que los cabecillas de las Farc sigan por el país impunes, felices y provocadores. Lo he repetido: la paz es fruto de la justicia. De otra forma será imposible que prospere cualquier intento de reconciliación. Antes de aspirar a pasar por el Congreso de la República, los terroristas tienen que pasar el tiempo que merecen en La Picota.
El segundo inamovible es que ellos, los ‘comandantes’, no tienen derecho alguno de gobernar al pueblo colombiano. No merece derechos políticos quien bañó de sangre el suelo de la patria. Nada más indignante que ver a los violadores de niñas y responsables de miles y miles de abortos haciendo las leyes o las políticas públicas que impactarán a las nuevas generaciones.
El tercero tiene que ver con sus fortunas. Son millonarios los cabecillas de las Farc y, con la bendición del presidente Juan Manuel Santos, están lavando los euros y dólares. Es una vergüenza para el país que ese dinero se despilfarre en lugar de ser utilizado para reparar a las víctimas. Sin cárcel y sin impuestos para los bandidos quedaría clarísimo que ser pillo paga. Desde el 7 de agosto eso debe cambiar, eso va a cambiar.
No más santuarios de cocaína en Colombia es el cuarto punto, que no es susceptible de modificación. Por andar ofreciendo concesiones a los narcotraficantes, Colombia ha vivido un drama social, económico y político durante décadas. Todos lo tienen claro, y el país podría pagar un alto costo a nivel internacional por ello. Internamente ya lo padece, los niños y jóvenes están sometidos ante la drogadicción.
Y el quinto inamovible, por el que los ciudadanos salieron a las urnas el 2 de octubre con plena convicción, es el desmonte definitivo de la ideología de género, esa que asegura que el hombre no nace siendo hombre ni la mujer nace siendo mujer. Esa que promueve el aborto, la eutanasia, la destrucción de la familia. Esa que tuvo a Humberto de la Calle y a Gina Parody como sus voceros. Esa misma por la que los padres de familia nos movilizamos el 10 de agosto de 2016. ¿Recuerdan?: ‘¡Con mis hijos no te metas!’.
A todos los destinatarios de la carta debo preguntarles: ¿estamos de acuerdo en los inamovibles?
Eso es lo importante hoy. Que las fuerzas y los candidatos de la coalición del No, con plena claridad, le digan al país si van a respetar los motivos por los que colombianos votaron lo que votaron en el plebiscito. Si van a saldar la gran deuda que ese 2 de octubre surgió con la sociedad. Allí está la trascendencia de una carta, su impacto en la nación. Allí está mi resumen de lo que significa caminar unidos hacia la victoria.

 * Candidato presidencial

Con vergüenza ajena Por Emerson Grajales Usma* / Exdirector RESCOLDO

Con vergüenza ajena
Por Emerson Grajales Usma*

Quiero resaltar en estas líneas de opinión, la importancia que ha tenido la exitosa carrera pública del ex gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo Vargas.

El doctor Tamayo, es un erudito, colmado de sensibilidad social. Ha liderado importantes obras en los 14 municipios que conforman su pequeña comarca, obras todas que ha favorecido notoriamente al colectivo. Es un hombre con probada transparencia y son precisamente esos valores, los que le ha permitido ser el centro de atención de la sociedad risaraldense.

Desde el partido Conservador, logró escalar a través de importantes cargos. Inició a los 18 años como concejal de su natal Santa Rosa de Cabal y luego fue elegido diputado departamental. Como secretario de gobierno de Risaralda, en su momento, adelantó tareas de seguridad conjuntamente con el ejercito del Batallón San Mateo, en municipios cuyo orden público estaba en la cresta de la inseguridad. En 1995 estuvo en la administración del gobierno de Juan Manuel Arango como secretario de Gobierno de Pereira. Entre el 1998 y 2001 llegó por tres oportunidades a la Cámara de Representantes con 28 mil votos, como reemplazo de Guillermo Botero Mejía.

Buscó de manera infructuosa, respaldo con una votación de 140 mil sufragios en las justas de 2014 para repetir en la gobernación de su departamento.

Aunque su registro de intención de votos se mantiene, recientemente dejó entrever su anhelo de aspirar a la Cámara de Representantes para el 2018 a nombre del Partido Centro Democrático, contando con el respaldo de los ilustres ex precandidatos presidenciales Francisco “Pacho” Santos y Carlos Holmes Trujillo. Pero su aspiración despertó dentera en algunos politiqueros de Risaralda, que de inmediato se trasladaron a la ciudad de Bogotá y buscaron al jefe natural de la colectividad Centro Democrático; al ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Luego de que Juan Hurtado Cano y Álvaro Ramírez, hicieran “leña” con su buen nombre, hasta el punto de enlodarlo de manera miserable e injusta, su aspiración se vio truncada precisamente cuando estaba presentando su documentación para inscribirse como candidato.

Ese rechazo del Centro Democrático, despertó molestia en Risaralda, ya que Víctor Manuel Tamayo, goza de inmenso aprecio por la sociedad en cada uno de los municipios. Es lógico que el senador Álvaro Uribe, es quien da la última palabra en la colectividad, pero suena a sórdido que quienes mantienen la detestable tarea de despotricar y desteñir el buen nombre de los dirigentes, dirigentes en el departamento, hayan logrado su cometido dejando de paso a Risaralda, sin otra carta más para la Cámara, que muy seguramente sería efectiva.

Apoyaré la aspiración de los candidatos todos al congreso de la República por el Centro Democrático. Respaldaré sin ninguna limitante a Iván Naranjo candidato a la Cámara por Risaralda y ratifico mi trabajo por la candidatura presidencial del doctor Iván Duque, con la firme convicción que el tiempo le dará la razón el ex gobernador Tamayo Vargas.

*Asesor y consultor

@Grajalesluise 

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