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domingo, 26 de julio de 2020

"Manifestamos asimismo nuestra preocupación por el uso perverso de causas justas para estigmatizar a personas que no son sexistas o xenófobas"


La ‘Cultura de la cancelación’

Por María Fernanda Cabal*

“Manifestamos asimismo nuestra preocupación por el uso perverso de causas justas para estigmatizar a personas que no son sexistas o xenófobas o, más en general, para introducir la censura, la cancelación y el rechazo del pensamiento libre…”. Así reza en uno de sus apartes la carta recientemente enviada a la revista estadounidense Harper’s, por parte de varios intelectuales de la cultura hispanoparlante, contra la censura y en favor del debate.

El documento, firmado por reconocidas figuras como el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y el filósofo español Fernando Savater, es una adhesión a algunos de los puntos expuestos en el polémico escrito “sobre justicia y debate abierto”, publicado semanas atrás por el mismo medio norteamericano, apoyado por más de un centenar de personalidades -entre escritores, intelectuales, periodistas, educadores, activistas e
historiadores- de distintas corrientes políticas.

Aunque varios de los firmantes de la primera publicación se retractaron horas después de haber sido puesta en circulación, ambas cartas, sin importar las inclinaciones políticas de sus autores, pusieron sobre la mesa un tema que a nivel mundial hemos estado en mora de discutir: los conceptos de justicia, libertad y tolerancia para las nuevas generaciones y el
uso perverso de "causas justas" como formas de estigmatización.

El uso de las nuevas tecnologías ha facilitado la difusión rápida de los postulados planteados desde distintos movimientos y corrientes ideológicas, que, lejos de favorecer el respeto y la igualdad como pilares de una sociedad “ideal”, han ido microsegmentando la población sometiendo a sus líderes y convirtiendo los deseos de una minoría, en derechos; a la vez que la exime por completo de sus deberes.

Si bien a lo largo de la historia de la humanidad, han existido causas que han llevado a una transformación positiva de diversos países, en los últimos años hemos visto cómo grupos supuestamente progresistas, adoptan un perfil radical a la hora de defender y promocionar sus ideas; justificando sus actos de destrucción y violencia en una “deuda histórica” que debemos pagar todos, así no hayamos tenido relación alguna con los sentimientos de
humillación o marginación a los que aseguran haber sido sometidos durante décadas.

Es precisamente la “supremacía moral” que se atribuyen dichos movimientos la que nos ha llevado a un nivel de ‘tolerancia cero’, que eliminó la posibilidad de realizar un debate sin temor a ser señalado, atacado y censurado por una masa furiosa que no tiene reparo alguno en acabar completamente con su opositor –llevándolo incluso a ver comprometida su integridad física y emocional-, por el simple hecho de pensar diferente.

Tal y como lo señala la carta enviada a Harper´s, “es lamentable que se hayan producido represalias en los medios de comunicación contra intelectuales y periodistas que han criticado los abusos oportunistas del #MeToo o del antiesclavismo new age; represalias que se han hecho también patentes en nuestro país mediante maniobras discretas o ruidosas
de ostracismo y olvido contra pensadores libres tildados injustamente de machistas o racistas y maltratados en los medios, cuando no linchados en las redes”.

Cada confrontación virtual o presencial, se ha convertido en una oportunidad de oro para ejercer una práctica bastante conocida por la extrema izquierda por estos días: La cultura de la cancelación –o "cancel culture"-.

Dicho comportamiento, que comenzó a utilizarse hacia el 2015, consiste en retirar cualquier apoyo -moral, financiero, digital y social- a figuras públicas o empresas, después de haber hecho o dicho algo considerado políticamente “incorrecto”, desagradable u ofensivo.

Teniendo como principal escenario las redes sociales, la “cancelación” es una de las formas de ‘humillación en línea’ -Online shaming-, que busca avergonzar públicamente a sus “enemigos”, que en la mayoría de los casos representan o tienen algún tipo de liderazgo.

Ésta ha sido precisamente la estrategia empleada por movimientos como Antifa, Black Lives Matters y The Sunrise Movement, entre otros; a través de células esparcidas por todo el mundo, que instrumentalizan las mentes más jóvenes induciéndolas a una “indignación colectiva”, mientras las entrenan en estigmatizar y silenciar a sus opositores, sin dejar espacio para el debate argumentativo.

Estos movimientos le están apuntando a reescribir “la memoria de la humanidad”, eliminando todo aquello que consideren una "amenaza" para sus ideales, empezando por obras literarias, películas y series famosas; marcas o productos comercialmente muy bien posicionados, llegando incluso hasta la destrucción de monumentos de personajes históricos en el espacio público.

Ponerle freno a las ‘masacres mediáticas’ debe ser nuestro principal objetivo como sociedad. De lo contrario, nuestro pensamiento se verá cada vez más condicionado por los caprichos de unos pocos, que nos someten a una falsa elección entre respeto y libertad. 

*Senadora de la República

martes, 21 de julio de 2020

"Qué vergüenza de justicia que hoy le hace honor a la llegada de una criminal como “Sandra Ramírez”"

Qué vergüenza de país el que hoy exponemos

Por Emerson Grajales Usma*

Las variables que han conllevado a elevar la cifra de delincuentes en nuestro país, son muchas pero todas confluyen a una sola definición. La falta de oportunidad laboral. Por tal razón, nos ha correspondido convivir, indeseablemente, con situaciones difíciles al ver a jóvenes en las filas de grupos armados al margen de la ley. Unos por voluntad propia, otros mal persuadidos por los aguerridos criminales y otros, reclutados forzadamente para sus filas delictivas.

Y es que los temores a recibir ejemplares castigos por estos actos delincuenciales se han perdido, gracias a una justicia que ha sido permisiva e indiferente a la hora de “asumir” sanciones judiciales. De ahí que nos corresponda asistir a ver cada día, cómo las patibularias filas delincuenciales van engrosando sin temor alguno. La impunidad por estos delitos, cada momento están a la orden del día. Sanciones menos severas.

La llegada, a muy escasa edad, de Griselda Lobo Silva, mejor conocida en el mundo narcoterrorista como “Sandra Ramírez”; a las filas criminales y subversivas de las Farc, es un claro ejemplo. Llegó a esa agrupación terrorista cuando apenas asomaba a sus 18 años, buscando una “oportunidad” económica para su vida y la de su familia.

Desde 1981, ingresó como enfermera y luego pasó a formar parte de la seguridad personal de “Manuel Marulanda” o “Tiro fijo”. Se convirtió en la concubina del legendario guerrillero sin escrúpulo alguno, pese a la avanzada edad del longevo terrorista. Conoció como ninguno, la vida belicosa en el monte. Fue víctima, al lado de su amante, de varios atentados de las Fuerzas Militares y la persecución de las mismas. “Sandra Ramírez”, no fue indiferente a la guerra que esa agrupación terrorista libraba contra el Estado. Y menos, desconocía los entramados de la guerra y el narcotráfico. No ignoró el negocio del secuestro, las pescas milagrosas, el narcotráfico y se aferró a los “dividendos” que de esas oscuras actividades criminales, se desprendía.    

Hoy, esa mujer con pasado borrascoso, no solo hace parte del Congreso de la República de Colombia desde el 20 de julio de 2018, sino que ahora es la segunda vicepresidenta de la Corporación legislativa. Vaya afrenta a las víctimas, a la justicia y al país todo.

Fruto de unos mal logrados acuerdos con el nefasto gobierno de Juan Manuel Santos, ella como sus camaradas vertidos, cínicamente, de everfit y con “desteñidas” credenciales de congresistas, hoy se esconden en el Capitolio Nacional como ratas de alcantarilla. Y se esconden a una justicia transnacional por sus delitos de lesa humanidad, cuyos togados internacionales son impermeables a los sobornos, a diferencia de quienes vergonzosamente dicen ser los jueces de “honor” en nuestra Nación.

Qué vergüenza de país el que nos correspondió. Qué vergüenza de justicia que hoy le hace honor a la llegada de una criminal como “Sandra Ramírez”; a quien le corresponderá validar las leyes colombianas sobre castigos al narcotráfico, sobre condenas a  violación a menores de edad y quien determinará las puniciones por rebelión. Delitos estos, sobre los que no han respondido ni Griselda, ni sus bastardos camaradas. Algo así, como las ratas cuidando el queso.

Ya no es un decoro decir, como en otrora, que era un honor pertenecer al Congreso de la República, una institución que estaba bañada hasta el sótano, en indeleble dignidad. Eso se perdió desde que allí confluyeron mundialistas narcotraficantes como Pablo Escobar; y otros delincuentes no menos agresivos y criminales como los paramilitares y hoy, una mujer que con las manos manchadas de crimen a nombre del movimiento más sanguinario y antiguo del mundo como lo son las Farc, firmará durante doce meses, el futuro de nuestra justicia.

Qué vergüenza de país el que hoy exponemos al mundo, con insondable cobardía.

*Asesor y consultor

Twitter: @Grajalesluise

"El uso de la violencia como método de protesta, es un rasgo comportamental común en varios de los colectivos que hacen parte del capital político de los demócratas en EEUU"



¿Un “Nuevo Acuerdo Verde”? (II)

Por María Fernanda Cabal*


La extrema izquierda mundial encontró la forma ideal de generar caos y
desestabilización bajo el disfraz de una lucha "justa" para el avance de la
humanidad, manipulando a los jóvenes y convirtiéndolos en sus
instrumentos.

En el caso de Estados Unidos, la difusión de la ideología comunista se ha
centrado en la formación de líderes desde temprana edad; para garantizar
que no exista otra opción distinta que la del modelo económico dictado por
el "socialismo del siglo XXI".

Un estudio publicado por ‘Econ Journal Watch’ en el 2016, demostró, tras
analizar el registro de votantes entre estudiantes de Ciencias Sociales en 40
universidades estadounidenses, que por cada joven republicano hay 11.5
demócratas. En economía, la diferencia es de 1 a 4.5; mientras que en
historia, la cifra es de 1 a 33.5.

El documento pone en evidencia la forma como ha ido creciendo la
participación de éste grupo político en EEUU, que adicionalmente impulsa y
difunde la idea de que el capitalismo es el principal promotor del “racismo
sistemático” en la sociedad americana.

La infiltración en escuelas y universidades por parte de movimientos como
‘Sunrise Movement’, ‘Black Lives Matter’ y ‘Antifa’, ha facilitado la
inoculación del discurso de odio; con la premisa que por el sólo hecho de
ser “blanco”, se goza de privilegios y se soporta una culpabilidad derivada
de "deudas históricas" con la raza negra.

Parte de esa narrativa se encuentra en el ‘Nuevo Acuerdo Verde’,
promovido por los mismos activistas progres que más allá de poner sobre la
mesa la necesidad de generar medidas esenciales para el cuidado del
medio ambiente y la supervivencia humana, le apuntan a una “justicia
climática”, en la que se culpa a “los blancos” del cambio climático y todo lo
que de él se desprende.

El uso de la violencia como método de protesta, es un rasgo
comportamental común en varios de los colectivos que hacen parte del
capital político de los demócratas en EEUU, quienes están encargados de
propagar su ideología de forma agresiva.

En su investigación sobre el ‘Sunrise Movement’, la periodista
norteamericana Milly Weaver descubrió que dos días después de que el
video del homicidio de George Floyd circulara en redes sociales, los líderes
de dicho movimiento llamaron a sus miembros a luchar contra la
“supremacía blanca”.

La estrategia estaba dirigida a promover la tesis de cómo la presencia de la
fuerza pública en las calles significaba más violencia y muertes de
afroamericanos inocentes, a manos de una autoridad perversa y enemiga
del pueblo.

De acuerdo con la información revelada por Weaver, también en los últimos
seis años el movimiento ‘Black Lives Matter’ ha tomado fuerza en
Minneapolis, ejecutando campañas estratégicas orientadas a la reducción
del presupuesto para el departamento de policía de dicho Estado, hasta
llegar incluso a su abolición.

En ese sentido, la periodista norteamericana evidenció cómo los
demócratas han ubicado fichas claves en cargos públicos cruciales para el
alcance de sus objetivos. Uno de ellos, es el actual Fiscal General del
Estado de Minnesota, Keith Ellison, exrepresentante demócrata y actual
vicepresidente de la Convención Nacional demócrata; que abiertamente
apoya a Antifa y aparece en una fotografía con el manual de guerra, a la vez
que su hijo es un reputado miembro de dicha organización.

También cuentan con la representante radical progresista de Minnesota,
Ilhan Omar, quien estuvo en las manifestaciones por la muerte de George
Floyd acompañada de su esposo y en un mitin contra Donald Trump en ese
Estado, protagonizado por manifestantes de Antifa, siete meses antes de
las revueltas.

Ilhan Omar ha sido reconocida como una apologista de los grupos militantes
de Antifa que luchan en Siria.

Milly Weaver también se refirió a varios de los demócratas más radicales en
sus posturas contra el presidente Trump, que ayudaron en la planificación
de los disturbios, que además sucedieron en áreas controladas por alcaldes
y gobernadores de esa misma línea política.

Sin duda, la propaganda oculta del populismo colectivista -marxista- ha
sabido capitalizar mitos para destruir la historia e imponer hechos que no
sucedieron; o, que de haber ocurrido, son magnificados y distorsionados,
logrando crear una “nueva memoria” que determinará el futuro de las
naciones libres.

*Senadora de la República

"Nos acordamos de Dios de cuya existencia para muchos, pocón pocón"


Cómo seremos después de la pandemia

Por Alberto Zuluaga Trujillo*


Mucho se ha escrito sobre cómo seremos después de que pase la tragedia. Los más optimistas piensan que seremos mejores; los pesimistas, que seremos peores y los moderados, que todo seguirá igual. Aunque parezca simplista, el Coronavirus nos mostró lo pequeños que somos en medio de la gran tecnología de la que nos ufanamos.

Exploramos el universo y nos lanzamos en la búsqueda de mundos desconocidos a miles de millones de kilómetros mientras un intruso microscópico nos libra una guerra a muerte en terrenos para nosotros llenos de misterio y de zozobra. Siempre los momentos cruciales nos interpelan comprometiéndonos a un cambio de vida. Sucede en lo personal cada vez que nos acosa el miedo. Nos prometemos una vida nueva, llegando incluso a juramentos que una vez superado los temores fácilmente olvidamos.

Nos acordamos de Dios de cuya existencia para muchos, pocón pocón y a Él, con devoción inigualable, le pedimos y le ofrecemos lo habido y por haber. Diosito, te prometo ser generoso con los demás, solidario y mejor persona de lo que hasta hoy he sido. Cuídame y protege a mi familia y sellamos este pedido con un beso en la cruz hecha con los dedos índice y pulgar. Y a medida que el tiempo pasa y nos familiarizamos con las nuevas condiciones vamos aflojando y volviendo a lo de antes. El Diosito que ayer invocábamos a cada instante va desapareciendo de nuestras mentes, a no ser que las cosas empeoren. 
Esa es la condición humana, invariable e inmodificable.

La gran encrucijada para los gobiernos de la tierra fue escoger entre salud y economía. Obviamente ganó la salud perjudicando la economía. Ya hoy la gente poco atiende el encierro inteligente pues, entre salud y economía, a estas alturas de la pandemia piensan que de todas formas la muerte los acecha, o por hambre o por contagio. El comportamiento en estos cuatro meses que arrancan desde el 6 de marzo cuando se detectó el primer caso de la joven proveniente de Italia, nos indican muy a las claras que seguiremos iguales una vez superemos la tragedia que en nada distará de lo que suceda en el resto del mundo.

Una Banca poco comprometida con el sufrimiento y dolor ajenos pensando cómo obtener mayores ganancias o, como mínimo, no perder las acumuladas en ejercicios anteriores. Una clase política corrompida apoderándose de los recursos que el Gobierno con esfuerzo ha venido entregando a la población más vulnerable. Comerciantes inescrupulosos elevando los precios de sus productos y prestándose para presentar facturas de cobro por encima del valor real ante administraciones municipales y seccionales.

Mandatarios marcando los mercados con sus nombres para cobrar a futuro las donaciones como si hubiesen sido pagados con recursos propios, son acciones que ponen de manifiesto el poco interés por corregir todo lo malo y antes, por el contrario, continuar la carrera de aprovechamiento que es lo que finalmente los mueve. Nunca la humanidad ha cambiado ante casos similares; bástenos mencionar la Viruela, el Sarampión, la Gripe española, la Peste Negra, el Cólera y el VIH, que cobraron infinidad de vidas. Esta ha sido por muchos ocasión de fijar nuevamente la mirada en el socorrido Diosito.

*Excongresista de Risaralda

"me gusta el olor que tiene la mañana, me gusta el primer traguito de café"



La historia de “Tinto time”



Por: Maritza Arroyo*



El 19 de Abril 2020, 3am en plena cuarentena, me desperté en medio de un profundo sueño, que no lo podía descifrar pero sentí una emoción bonita y me dije: “Señor que quieres que haga, ilumíname, háblame” y fue allí cuando recibí como unos rayos de luces, algo así como un despliegue de juegos pirotécnicos.

Leí en mi mente “tinto time”, así en minúsculas y entre comillas. El mensaje fue muy claro y transparente, me levante inmediatamente lo plasme en un papel. Volví a la cama y la magia del Espíritu Santo, me seguía hablando, mi inspiración corría sin riendas, me invadieron las memorias de lo que más me emocionaba al despertarme era como escuchar a los Eagles “en una carretera oscura del desierto y con viento fresco en mi cabello, cálido olor a colitas ( Hotel California) me inspire y descubrí que en vez de olor a colitas fue el aroma con el que crecí, ese aroma del tinto porque así lo conocí y así lo llamamos en vez de café en muestro lenguaje coloquial, decimos, regáleme un tinto o un tintico y no café consabido  que realmente es un café.

Quiero hacerle culto, rendirle tributo a nuestro tinto, por ende a nuestro café colombiano, que por su calidad está entre los mejores del mundo y es nuestro producto nacional por excelencia, a nuestros caficultores a nuestras tierras cafeteras y a todos los que disfrutamos ese tinto como lo deleito yo.

Es un legado que quiero sembrar en mi querida Patria Colombia, que nuestro tinto lo desfrutes, lo compartas y te deleites en ese aroma y magia con quien tu elijas.

Que tenga ese Lugar, Momento y Tiempo especial para ti y acuérdate “no dejes que la prisa le gane a la vida” “tinto time” es mi legado, es mi creación. O como dice aquella hermosa canció “…me gusta el olor que tiene la mañana, me gusta el primer traguito de café (Jorge Celedón “Esta vida”)

*Colombiana en Londres

Facebook: tintotimeofficial

Instagram: maritzarroyo

Youtube: tinto time

Evocando a Carlos Holmes Trujillo García. Por Emerson Grajales Usma*

  Dos años sin Carlos Holmes Trujillo García Por Emerson Grajales Usma* No es fácil para mí; quien vivió los últimos nueve años de su vi...